Encontrados 81 resultados para: aves

  • Como jaula llena de aves, así están sus casas llenas de fraudes. Así se engrandecieron y se enriquecieron, (Jeremías 5, 27)

  • y los cadáveres de este pueblo servirán de comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra, sin que haya quien las espante. (Jeremías 7, 33)

  • Alzo sobre los montes lloro y lamento, y una elegía por las dehesas del desierto, porque han sido incendiadas; nadie pasa por allí, y no se oyen los gritos del ganado. Desde las aves del cielo hasta las bestias, todas han huido, se han marchado. (Jeremías 9, 9)

  • (¿Hasta cuándo estará de luto la tierra y la hierba de todo el campo estará seca? Por la maldad de los que moran en ella han desaparecido bestias y aves.) Porque han dicho: «No ve Dios nuestros senderos.» (Jeremías 12, 4)

  • Haré que se encarguen de ellos cuatro géneros (de males) - oráculo de Yahveh -: la espada para degollar, los perros para despedazar, las aves del cielo y las bestias terrestres para devorar y estragar. (Jeremías 15, 3)

  • De muertes miserables morirán, sin que sean plañidos ni sepultados. Se volverán estiércol sobre la haz del suelo. Con espada y hambre serán acabados, y serán sus cadáveres pasto para las aves del cielo y las bestias de la tierra. (Jeremías 16, 4)

  • Vaciaré la prudencia de Judá y Jerusalén a causa de este lugar: les haré caer a espada ante sus enemigos por mano de los que busquen su muerte; daré sus cadáveres por comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra, (Jeremías 19, 7)

  • les pondré en manos de sus enemigos y de quienes buscan su muerte y sus cadáveres serán pasto de las aves del cielo y de las bestias de la tierra. (Jeremías 34, 20)

  • los que juegan con las aves del cielo, los que atesoran la plata y el oro en que confían los hombres, y cuyo afán de adquirir no tiene fin; (Baruc 3, 17)

  • en la alta montaña de Israel lo plantaré. Echará ramaje y producirá fruto, y se hará un cedro magnífico. Debajo de él habitarán toda clase de pájaros, toda clase de aves morarán a la sombra de sus ramas. (Ezequiel 17, 23)

  • Te arrojaré al desierto, a ti y a todos los peces de tus Nilos. En la haz del campo caerás, no serás recogido ni enterrado. A las bestias de la tierra y a las aves del cielo te entregaré como pasto, (Ezequiel 29, 5)

  • En los montes de Israel caerás tú, tus huestes y los pueblos que van contigo. Te he entregado como pasto a toda clase de aves de rapiña y a las fieras del campo. (Ezequiel 39, 4)


“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina