Encontrados 159 resultados para: codos

  • Y he aquí que por el exterior de la Casa había un muro, todo alrededor. La vara de medir que el hombre tenía en la mano era de seis codos de codo y palmo. Midió el espesor de la construcción: una vara, y su altura: una vara. (Ezequiel 40, 5)

  • La lonja: una vara de largo por una vara de ancho; la pilastra entre las lonjas: cinco codos; el umbral del pórtico por el lado del vestíbulo del pórtico, hacia el interior: una vara. (Ezequiel 40, 7)

  • Midió el vestíbulo del pórtico: ocho codos; su pilastra: dos codos; el vestíbulo del pórtico estaba situado hacia el interior. (Ezequiel 40, 9)

  • Midió la anchura del vano del pórtico: diez codos, y la longitud del pórtico: trece codos. (Ezequiel 40, 11)

  • Había un parapeto delante de las lonjas; cada parapeto tenía un codo por ambos lados. Y la lonja tenía seis codos por cada lado. (Ezequiel 40, 12)

  • Midió el pórtico desde el fondo de una lonja hasta el fondo de la otra; anchura: veinticinco codos de una entrada a la otra. (Ezequiel 40, 13)

  • Midió el vestíbulo: veinte codos; el atrio giraba todo alrededor del pórtico. (Ezequiel 40, 14)

  • Desde la fachada del pórtico donde estaba la entrada, hasta el fondo del vestíbulo interior del pórtico, había cincuenta codos. (Ezequiel 40, 15)

  • Midió la anchura del atrio, desde la fachada del pórtico inferior hasta la fachada del atrio interior, por fuera: cien codos (a oriente y al norte). (Ezequiel 40, 19)

  • Sus lonjas eran tres por cada lado; sus pilastras y vestíbulos tenían las mismas dinensiones que los del primer pórtico: cincuenta codos de largo y veinticinco de ancho. (Ezequiel 40, 21)

  • Había un pórtico en el atrio interior, frente al pórtico septentrional, lo mismo que en el pórtico oriental. Midió la distancia de un pórtico a otro: cien codos. (Ezequiel 40, 23)

  • Tenía, lo mismo que su vestíbulo, ventanas todo alrededor, iguales que las otras ventanas; dimensiones: cincuenta codos de largo y veinticinco de ancho; (Ezequiel 40, 25)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina