Encontrados 33 resultados para: conoces

  • Moisés insistió: «Por favor, no os dejes; tú conoces los sitios donde acampar en el desierto; tú serás nuestros ojos. (Números 10, 31)

  • Yahveh apartará de ti toda enfermedad; no dejará caer sobre ti nunguna de esas malignas epidemias de Egipto que tú conoces, sino que se las enviará a todos los que te odian. (Deuteronomio 7, 15)

  • un pueblo grande y corpulento, los anaquitas, a quienes tú conoces y de quienes has oído decir: «¿Quién puede hacer frente a los hijos de Anaq?» (Deuteronomio 9, 2)

  • y llega a realizarse la señal o el prodigio que te ha anunciado, y te dice: «Vamos en pos de otros dioses (que tú no conoces) a servirles», (Deuteronomio 13, 3)

  • Y si tu hermano no es vecino tuyo, o no le conoces, la recogerás en tu casa y la guardarás contigo hasta que tu hermano venga a buzscarla; entonces se la devolverás. (Deuteronomio 22, 2)

  • El fruto de tu suelo y toda tu fatiga lo comerá un pueblo que no conoces. No serás más que un explotado y oprimido toda la vida. (Deuteronomio 28, 33)

  • escucha tú desde los cielos, lugar de tu morada, perdona y da a cada uno según sus caminos, pues tú conoces su corazón y sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres, (I Reyes 8, 39)

  • escucha tú desde los cielos, lugar de tu morada, y perdona, dando a cada uno según todos sus caminos, pues tú conoces su corazón - y sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres - (II Crónicas 6, 30)

  • Díjole, pues: «¿De dónde eres, joven?» Le respondió: «De los israelitas, tus hermanos y ando en busca de trabajo.» Díjole Tobías: «¿Conoces la ruta de Media?» (Tobías 5, 5)

  • Tú lo conoces todo, tú sabes, Señor, que no por insolencia, orgullo o pundonor, hice yo esto de rehusar inclinarme ante el orgulloso Amán, (Ester 13, 12)

  • Tú que conoces todas las cosas, sabes que odio la gloria de los malos, que aborrezco el lecho incircunciso y el de todo extranjero. (Ester 14, 15)

  • ¿Conoces las leyes de los Cielos? ¿aplicas su fuero en la tierra? (Job 38, 33)


“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina