Encontrados 77 resultados para: frutos

  • Pasó algún tiempo, y Caín hizo a Yahveh una oblación de los frutos del suelo. (Génesis 4, 3)

  • bendiciones de espigas y de frutos, amén de las bendiciones de los montes seculares, y el anhelo de los collados eternos. ¡Sean para la cabeza de José, y para la frente del consagrado entre sus hermanos! (Génesis 49, 26)

  • Cubrieron toda la superficie del país hasta oscurecer la tierra; devoraron toda la hierba del país y todos los frutos de los árboles que el granizo había dejado; no quedó nada verde ni en los árboles ni en las hierbas del campo en toda la tierra de Egipto. (Exodo 10, 15)

  • También guardarás la fiesta de la Siega, de las primicias de tus trabajos, de lo que hayas sembrado en el campo; y la fiesta de la Recolección al término del año, al recoger del campo los frutos de tu trabajo. (Exodo 23, 16)

  • Llevarás a la casa de Yahveh, tu Dios, lo mejor de las primicias de los frutos de tu suelo. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.» (Exodo 34, 26)

  • Tampoco harás rebusco de tu viña, ni recogerás de tu huerto los frutos caídos; los dejarás para el pobre y el forastero. Yo, Yahveh, vuestro Dios. (Levítico 19, 10)

  • Al cuarto año todos su frutos serán consagrados en fiesta de alabanza en honor de Yahveh. (Levítico 19, 24)

  • El primer día tomaréis frutos de los mejores árboles, ramos de palmeras, ramas de árboles frondosos y sauces de río; y os alegraréis en la presencia de Yahveh, vuestro Dios, por espacio de siete días. (Levítico 23, 40)

  • os enviaré las lluvias a su tiempo, para que la tierra dé sus frutos y el árbol del campo su fruto. (Levítico 26, 4)

  • Vuestras fuerzas se consumirán en vano, pues vuestra tierra no dará sus productos ni el árbol del campo sus frutos. (Levítico 26, 20)

  • El diezmo entero de la tierra, tanto de las semillas de la tierra como de los frutos de los árboles, es de Yahveh; es cosa sagrada de Yahveh. (Levítico 27, 30)

  • «El día de las primicias, cuando ofrezcáis a Yahveh oblación de frutos nuevos en vuestra fiesta de las Semanas, tendréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo servil. (Números 28, 26)


“De que vale perder-se em vãos temores?” São Padre Pio de Pietrelcina