Encontrados 84 resultados para: lecho

  • Por eso, así habla Yahveh: Del lecho al que has subido no bajarás, porque de cierto morirás.» Y Elías se fue. (II Reyes 1, 4)

  • Le respondieron: «Nos salió al paso un hombre que nos dijo: "Andad, volveos al rey que os ha enviado y decidle: Así habla Yahveh: ¿Acaso porque no hay Dios en Israel envías tú a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón? Por eso, del lecho al que has subido no bajarás, porque de cierto morirás."» (II Reyes 1, 6)

  • y le dijo: «Así dice Yahveh: Porque has enviado mensajeros para consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón, por eso, del lecho al que has subido no bajarás, pues de cierto morirás.» (II Reyes 1, 16)

  • Subió y le acostó sobre el lecho del hombre de Dios, cerró tras el niño y salió. (II Reyes 4, 21)

  • Llegó Eliseo a la casa; el niño muerto estaba acostado en su lecho. (II Reyes 4, 32)

  • y le sepultaron en el sepulcro que se había hecho en la Ciudad de David. Lo pusieron sobre un lecho lleno de bálsamo, de aromas y de ungüentos preparados según el arte de los perfumistas; y le encendieron un fuego enorme. (II Crónicas 16, 14)

  • Y cuando se alejaron de él, dejándole gravemente enfermo, se conjuraron contra él sus servidores, por la sangre del hijo del sacerdote Yehoyadá, le mataron en su lecho y murió. Le sepultaron en la Ciudad de David, pero no le sepultaron en los sepulcros de los reyes. (II Crónicas 24, 25)

  • Ella fue y preparó un lecho en la habitación, tal como se lo había ordenado, y llevó allí a Sarra. Lloró ella y luego, secándose las lágrimas, le dijo: «Ten confianza, hija: que el Señor del Cielo te dé alegría en vez de esta tristeza. Ten confianza, hija.» Y salió. (Tobías 7, 16)

  • Los padres salieron y cerraron la puerta de la habitación. Entonces Tobías se levantó del lecho y le dijo: «Levántate, hermana, y oremos y pidamos a nuestro Señor que se apiade de nosotros y nos salve.» (Tobías 8, 4)

  • Ved, pues, hijos, a dónde lleva la lismona y a dónde la injusticia: a la muerte. Pero me falta el aliento.» Le tendieron en el lecho y expiró, y se le dio honrosa sepultura. (Tobías 14, 11)

  • Por eso entregaste sus jefes a la muerte y su lecho, rojo de vergüenza por su engaño, lo dejaste engañado hasta la sangre. Castigaste a los esclavos con los príncipes, a los príncipes con los siervos. (Judit 9, 3)

  • Estaba Holofernes descansando en su lecho, bajo colgaduras de oro y púrpura recamadas de esmeraldas y piedras preciosas. (Judit 10, 21)


“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina