Encontrados 94 resultados para: nube

  • Yahveh iba al frente de ellos, de día en columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en columna de fuego para alumbrarlos, de modo que pudiesen marchar de día y de noche. (Exodo 13, 21)

  • No se apartó del pueblo ni la columna de nube por el día, ni la columna de fuego por la noche. (Exodo 13, 22)

  • Se puso en marcha el Angel de Yahveh que iba al frente del ejército de Israel, y pasó a retaguardia. También la columna de nube de delante se desplazó de allí y se colocó detrás, (Exodo 14, 19)

  • poniéndose entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelitas. La nube era tenebrosa y transcurrió la noche sin que pudieran trabar contacto unos con otros en toda la noche. (Exodo 14, 20)

  • Aún estaba hablando Aarón a toda la comunidad de los israelitas, cuando ellos miraron hacia el desierto, y he aquí que la gloria de Yahveh se apareció en forma de nube. (Exodo 16, 10)

  • Dijo Yahveh a Moisés: «Mira: Voy a presentarme a ti en una densa nube para que el pueblo me oiga hablar contigo, y así te dé crédito para siempre.» Y Moisés refirió a Yahveh las palabras del pueblo. (Exodo 19, 9)

  • Al tercer día, al rayar el alba, hubo truenos y relámpagos y una densa nube sobre el monte y un poderoso resonar de trompeta; y todo el pueblo que estaba en el campamento se echó a temblar. (Exodo 19, 16)

  • Y el pueblo se mantuvo a distancia, mientras Moisés se acercaba a la densa nube donde estaba Dios. (Exodo 20, 21)

  • Y subió Moisés al monte. La nube cubrió el monte. (Exodo 24, 15)

  • La gloria de Yahveh descansó sobre el monte Sinaí y la nube lo cubrió por seis días. Al séptimo día, llamó Yahveh a Moisés de en medio de la nube. (Exodo 24, 16)

  • Moisés entró dentro de la nube y subió al monte. Y permaneció Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches. (Exodo 24, 18)

  • Y una vez entrado Moisés en la tienda, bajaba la columna de nube y se detenía a la puerta de la Tienda, mientras Yahveh hablaba con Moisés. (Exodo 33, 9)


“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina