Encontrados 39 resultados para: ofrecerá

  • También la ofrecerá el sacerdote ungido que le suceda de entre sus hijos. Es decreto perpetuo. La oblación será totalmente quemada para Yahveh. (Levítico 6, 15)

  • Se ofrecerá todo el sebo de la víctima: el rabo y el sebo que cubre las entrañas; (Levítico 7, 3)

  • El sacerdote lo ofrecerá ante Yahveh, haciendo expiación por ella, y quedará purificada del flujo de su sangre. Esta es la ley referente a la mujer que da a luz a un niño o una niña. (Levítico 12, 7)

  • El sacerdote ofrecerá el sacrificio por el pecado y hará expiación por el que se purifica de su impureza; después inmolará el holocausto. (Levítico 14, 19)

  • Y ofrecerá sobre el altar el holocausto y la oblación. De esta manera el sacerdote hará expiación por él y quedará limpio. (Levítico 14, 20)

  • Luego ofrecerá, conforme a los recursos suyos, una de las tórtolas o de los pichones, (Levítico 14, 30)

  • El sacerdote los ofrecerá, uno como sacrificio por el pecado, el otro como holocausto, y de esta manera el sacerdote hará expiación por él ante Yahveh, a causa de su flujo. (Levítico 15, 15)

  • El sacerdote los ofrecerá uno como sacrificio por el pecado, el otro como holocausto; y hará expiación por ella ante Yahveh por la impureza de su flujo. (Levítico 15, 30)

  • Entonces ofrecerá Aarón su novillo por el pecado para hacer expiación por sí mismo y por su casa, y lo inmolará. (Levítico 16, 11)

  • lavará su cuerpo con agua en lugar sagrado y se pondrá sus vestiduras. Después saldrá y ofrecerá su holocausto y el holocausto del pueblo, hará la expiación por sí mismo y por el pueblo, (Levítico 16, 24)

  • El ofrecerá un carnero, su sacrificio de reparación para Yahveh, a la entrade de la Tienda del Encuentro; será un carnero de reparación. (Levítico 19, 21)

  • El sacerdote ofrecerá uno en sacrificio por el pecado y el otro en holocausto; y expiará por aquel hombre la falta contraída a causa del muerto. Aquel día consagrará su cabeza: (Números 6, 11)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina