Encontrados 1016 resultados para: padre

  • y dijo: «¿De quién eres hija? Dime: ¿hay en casa de tu padre sitio para hacer noche?» (Génesis 24, 23)

  • ¡Como no vayas a casa de mi padre y a mi parentela a tomar mujer para mi hijo...!" (Génesis 24, 38)

  • Y él me dijo: "Yahveh, en cuya presencia he andado, enviará su Angel contigo, y dará éxito a tu viaje, y así tomarás mujer para mi hijo de mi parentela y de la casa de mi padre. (Génesis 24, 40)

  • Reside en esta tierra, y yo te asistiré y bendeciré; porque a ti y a tu descendencia he de dar todas estas tierras, y mantendré el juramento que hice a tu padre Abraham. (Génesis 26, 3)

  • Todos los pozos que habían cavado los siervos de su padre - en tiempos de su padre Abraham - los habían cegado los filisteos, llenándolos de tierra. (Génesis 26, 15)

  • Isaac volvió a cavar los pozos de agua que habían cavado los siervos de su padre Abraham, y que los filisteos habián cegado después de la muerte de Abraham, y les puso los mismos nombres que les había puesto su padre. (Génesis 26, 18)

  • Yahveh se le apareció aquella noche y dijo: «Yo soy el Dios de tu padre Abraham. No temas, porque yo estoy contigo. Te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham, mi siervo.» (Génesis 26, 24)

  • - Ahora bien, Rebeca estaba escuchando la conversación de Isaac con su hijo Esaú. - Esaú se fue al campo a cazar alguna pieza para el padre, (Génesis 27, 5)

  • y entonces Rebeca dijo a su hijo Jacob: «Acabo de oír a tu padre que hablaba con tu hermano Esaú diciendo: (Génesis 27, 6)

  • Ve al rebaño y tráeme de allí dos cabritos hermosos. Yo haré con ellos un guiso suculento para tu padre como a él le gusta, (Génesis 27, 9)

  • y tú se lo presentas a tu padre, que lo comerá, para que te bendiga antes de su muerte.» (Génesis 27, 10)

  • ¡A ver si me palpa mi padre, y le parece que estoy mofándome de él! ¡Entonces me habré buscado una maldición en vez de una bendición!» (Génesis 27, 12)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina