Encontrados 27 resultados para: vengo

  • y les dijo: «Vengo observando que vuestro padre ya no me mira como antes; pero el Dios de mi padre ha estado conmigo. (Génesis 31, 5)

  • Y dijo a Moisés: Yo, Jetró, tu suegro, vengo a ti con tu mujer y sus dos hijos.» (Exodo 18, 6)

  • Y el sol se detuvo y la luna se paró hasta que el pueblo se vengó de sus enemigos. ¿ No está esto escrito en el libre del Justo? El sol se paró en medio del cielo y no tuvo prisa en ponerse como un día entero. (Josué 10, 13)

  • Miká le preguntó: «¿De dónde vienes?» Le respondió: «Soy un levita de Belén de Judá. Vengo de paso para residir donde pueda.» (Jueces 17, 9)

  • El hombre dijo a Elí: «Vengo del campo de batalla, he huido hoy del campo.» Elí preguntó: ¿Qué ha pasado, hijo mío?» (I Samuel 4, 16)

  • David le dijo: «¿De dónde vienes?» Le respondió: «Vengo huyendo del campamento de Israel.» (II Samuel 1, 3)

  • Y dijo Arauná: «¿Cómo mi señor el rey viene a su siervo?» David respondió: «Vengo a comprarte la era para levantar un altar a Yahveh y detener la plaga del pueblo.» (II Samuel 24, 21)

  • Vengo a presentarme ante Holofernes, jefe de vuestro ejército, para hablarle con sinceridad y mostrarle un camino por el que pueda pasar para adueñarse de toda la montaña, sin que perezca ninguno de sus hombres y sin que se pierda una sola vida». (Judit 10, 13)

  • dije entonces: Heme aquí, que vengo. Se me ha prescrito en el rollo del libro (Salmos 40, 8)

  • Yo vengo a reunir a todas las naciones y lenguas; vendrán y verán mi gloria. (Isaías 66, 18)

  • Tómate un rollo de escribir, y apuntas en él todas las palabras que te he hablado tocante a Israel, a Judá y a todas las naciones, desde la fecha en que te vengo hablando - desde los tiempos de Josías hasta hoy -. (Jeremías 36, 2)

  • Por tanto, así dice Yahveh: Heme aquí, que defiendo tu causa y vengo tu venganza, y deseco el mar de el y dejo enjuto su hontanar, (Jeremías 51, 36)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina