Encontrados 277 resultados para: Babilonia

  • "El gobernador Rejún, el secretario Simsay y sus demás colegas: los jueces y los legados, funcionarios persas, las gentes de Uruk, de Babilonia, de Susa, es decir, los elamitas, (Esdras 4, 9)

  • Pero nuestros padres irritaron al Dios del cielo, y él los entregó en manos del caldeo Nabucodonosor, rey de Babilonia, el cual destruyó este templo y deportó el pueblo a Babilonia. (Esdras 5, 12)

  • Sin embargo, en el primer año de su reinado, Ciro, rey de Babilonia, promulgó un edicto ordenando que fuese reconstruido este templo de Dios. (Esdras 5, 13)

  • Además, el rey Ciro mandó sacar del templo de Babilonia los utensilios de oro y plata del templo de Dios, que Nabucodonosor se había llevado del templo de Jerusalén para ponerlos en el templo de Babilonia, y se los entregó a un hombre llamado Sesbasar, a quien había nombrado gobernador. (Esdras 5, 14)

  • Si le parece bien al rey, investíguese en el archivo real de Babilonia, para ver si es verdad que la reconstrucción del templo de Dios en Jerusalén fue autorizada por el rey Ciro; y, en consecuencia, se nos remita la decisión del monarca sobre el particular". (Esdras 5, 17)

  • El rey Darío ordenó que se hiciera investigación en Babilonia, en los depósitos donde se guardaban los archivos, (Esdras 6, 1)

  • Además, los utensilios de oro y plata del templo de Dios, que Nabucodonosor sacó del templo de Jerusalén y se llevó a Babilonia, serán restituidos, devueltos al templo de Jerusalén y colocados en su sitio propio en el templo de Dios. (Esdras 6, 5)

  • volvió de Babilonia. Era un escriba experto en la ley de Moisés, dada por el Señor, Dios de Israel. El rey le concedió todo lo que deseaba, porque el Señor, su Dios, estaba con él. (Esdras 7, 6)

  • Salió de Babilonia el día uno del primer mes, y el día uno del quinto mes, con la ayuda de Dios, llegó a Jerusalén, (Esdras 7, 9)

  • así como toda la plata y el oro que puedas reunir en toda la provincia de Babilonia, además de las ofrendas voluntarias del pueblo y los sacerdotes para el templo de su Dios en Jerusalén. (Esdras 7, 16)

  • Éstos son, con su genealogía, los cabezas de familia que vinieron de Babilonia conmigo en el reinado de Artajerjes. (Esdras 8, 1)

  • Éstos son los israelitas de la provincia de Judá que regresaron del destierro de Babilonia, donde los había deportado Nabucodonosor, rey de Babilonia, y que volvieron a Jerusalén y Judá, cada uno a su ciudad. (Nehemías 7, 6)


“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina