Encontrados 39 resultados para: Blanco

  • Buscó varas verdes de álamo, almendro y plátano, las descortezó e hizo en ellas franjas blancas, dejando así al descubierto lo blanco de las varas. (Génesis 30, 37)

  • Los israelitas llamaron a este alimento maná. Era parecido a la semilla del cilantro, blanco, y su sabor como torta de miel. (Exodo 16, 31)

  • Si la mancha reluciente es blanca, pero no está más profunda que el resto de la piel ni el pelo se ha vuelto blanco, el sacerdote aislará al enfermo durante siete días. (Levítico 13, 4)

  • El sacerdote lo examinará: si hay una inflamación blanca, el pelo se ha vuelto blanco y se ve la carne viva en la inflamación, (Levítico 13, 10)

  • éste examinará al enfermo, y si ve que la lepra cubre todo su cuerpo, lo declarará puro, pues, una vez que se ha vuelto todo blanco, es puro. (Levítico 13, 13)

  • pero queda una inflamación blanquecina o una mancha de un blanco rosáceo, deberá presentarse al sacerdote. (Levítico 13, 19)

  • El sacerdote lo examinará: si la mancha está más hundida que la piel y el pelo se ha vuelto blanco, lo declarará impuro: es lepra que brota en la úlcera cicatrizada. (Levítico 13, 20)

  • Si la parte afectada no tiene el pelo blanco, ni la piel hundida y la mancha ha ido desapareciendo, aislará durante siete días al enfermo. (Levítico 13, 21)

  • "Si uno ha sufrido una quemadura en su piel, y en la cicatriz de la quemadura hay una mancha de un blanco rosáceo o sólo blanca, (Levítico 13, 24)

  • el sacerdote la examinará; si ve el pelo blanco y la piel hundida, es lepra que brota en la quemadura. El sacerdote lo declarará impuro, pues es lepra. (Levítico 13, 25)

  • Si el sacerdote no ve el pelo blanco ni la piel hundida, lo aislará durante siete días, (Levítico 13, 26)

  • Pero si en la parte calva de la cabeza aparece una llaga de un blanco rosáceo, es lepra que brota de la calvicie. (Levítico 13, 42)


“Padre Pio disse a um filho espiritual: Trabalhe! Ele perguntou: No que devo trabalhar, Padre? Ele respondeu: Em amar sempre mais a Jesus!” São Padre Pio de Pietrelcina