Encontrados 709 resultados para: Corazón

  • Reconócelo y medítalo en tu corazón: el Señor es Dios allá arriba en los cielos y aquí abajo en la tierra; es él, y no hay otro. (Deuteronomio 4, 39)

  • ¡Oh, si tuvieran siempre ese mismo corazón, siempre me temerían, guardarían mis mandamientos y serían felices ellos y sus hijos! (Deuteronomio 5, 29)

  • Ama al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. (Deuteronomio 6, 5)

  • Graba sobre tu corazón las palabras que yo te dicto hoy. (Deuteronomio 6, 6)

  • Acuérdate del camino que el Señor te ha hecho andar durante cuarenta años a través del desierto con el fin de humillarte, probarte y conocer los sentimientos de tu corazón y ver si guardabas o no sus mandamientos. (Deuteronomio 8, 2)

  • Reconoce en tu corazón que el Señor, tu Dios, te corrige como un padre lo hace con su hijo. (Deuteronomio 8, 5)

  • no te ensoberbezcas en tu corazón ni te olvides del Señor, tu Dios, que te ha sacado de Egipto, de la casa de la esclavitud; (Deuteronomio 8, 14)

  • Guárdate de decir en tu corazón: Mi fuerza y el poder de mis manos han hecho todo esto. (Deuteronomio 8, 17)

  • Cuando el Señor, tu Dios, los haya echado lejos de ti, no digas en tu corazón: Por mi justicia me ha dado el Señor la posesión de esta tierra, siendo así que es por su injusticia por lo que el Señor echa a esas naciones lejos de ti. (Deuteronomio 9, 4)

  • No por tu justicia ni por la rectitud de tu corazón vas a entrar en posesión de la tierra, sino por la injusticia de esas naciones las echa el Señor lejos de ti; y también para cumplir el juramento hecho a vuestros padres Abrahán, Isaac y Jacob. (Deuteronomio 9, 5)

  • Y ahora, Israel, ¿qué es lo que te pide el Señor, tu Dios? Que respetes al Señor, tu Dios; que sigas sus caminos, que le sirvas y que le ames con todo tu corazón y con toda tu alma; (Deuteronomio 10, 12)

  • Circuncidad vuestro corazón y no sigáis más con vuestra cabeza dura, (Deuteronomio 10, 16)


“Se você fala das próprias virtudes para se exibir ou para vã ostentação perde todo o mérito.” São Padre Pio de Pietrelcina