Encontrados 49 resultados para: Daba

  • Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana y dijo a Jacob: "Dame hijos, si no me muero". (Génesis 30, 1)

  • Sus hermanos le tenían envidia, mientras que su padre daba vueltas al asunto. (Génesis 37, 11)

  • Y mientras los daba a luz, uno de ellos sacó la mano, y la partera la agarró y ató a ella un hilo de grana, diciendo: "Éste salió el primero". (Génesis 38, 28)

  • Solamente dejó de comprar las tierras de los sacerdotes, porque ellos tenían una asignación del Faraón y vivían del rédito que éste les daba; por eso no vendieron sus tierras. (Génesis 47, 22)

  • Los capataces apretaban diciendo: "Haced vuestro trabajo, según la tarea diaria, como cuando se os daba la paja". (Exodo 5, 13)

  • Pero el Faraón, viendo que se le daba respiro, endureció su corazón y no les escuchó, como había dicho el Señor. (Exodo 8, 11)

  • Subieron hasta el valle de Escol y, después de haber visto la tierra, desanimaron a los israelitas para que no fuesen a la tierra que el Señor les daba. (Números 32, 9)

  • Y cuando el Señor os mandó salir de Cades Barne diciéndoos que subierais a tomar posesión de la tierra que os daba, fuisteis rebeldes a la voz del Señor, vuestro Dios, no le creísteis ni escuchasteis su palabra. (Deuteronomio 9, 23)

  • El día en que ofrecía el sacrificio daba sus raciones correspondientes a Peniná y a sus hijos. (I Samuel 1, 4)

  • A Ana le daba sólo una ración, aunque él prefería a Ana; pero el Señor la había hecho estéril. (I Samuel 1, 5)

  • Saúl y sus hombres iban por un lado de la montaña, y David y los suyos por el otro. David se daba prisa para escapar de Saúl, y Saúl y sus hombres intentaban pasar al lado de David y de sus hombres para apoderarse de ellos. (I Samuel 23, 26)

  • que si al que me anunció la muerte de Saúl creyendo que me daba una buena noticia, yo lo agarré y lo maté en Sicelag en lugar de darle una recompensa, (II Samuel 4, 10)


“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina