Encontrados 149 resultados para: Holocausto

  • "Toma ahora a tu hijo, al que tanto amas, Isaac, vete al país de Moria, y ofrécemelo allí en holocausto en un monte que yo te indicaré". (Génesis 22, 2)

  • Abrahán se levantó de madrugada, aparejó su asno, tomó consigo dos criados y a su hijo Isaac, partió la leña para el holocausto y se encaminó hacia el lugar que Dios le había dicho. (Génesis 22, 3)

  • Abrahán tomó la leña del holocausto y la puso sobre el hombro de su hijo Isaac. Después tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y se fueron los dos juntos. (Génesis 22, 6)

  • Isaac dijo a su padre: "¡Padre!". Él respondió: "¿Qué quieres, hijo mío?". Isaac dijo: "Llevamos el fuego y la leña; pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?". (Génesis 22, 7)

  • Abrahán respondió: "Dios se proveerá del cordero para el holocausto, hijo mío". Y continuaron juntos el camino. (Génesis 22, 8)

  • Abrahán alzó los ojos y vio a sus espaldas un carnero enredado por los cuernos en un matorral. Tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. (Génesis 22, 13)

  • y lo quemas todo sobre el altar. Es un holocausto en honor del Señor, un olor agradable, un sacrificio de fuego en honor del Señor. (Exodo 29, 18)

  • Lo recoges luego de sus manos y lo quemas sobre el altar, sobre el holocausto, en olor agradable ante el Señor. Es un sacrificio de fuego en honor del Señor. (Exodo 29, 25)

  • holocausto perpetuo por todas vuestras generaciones, a la entrada de la tienda de la reunión, ante el Señor, allí donde yo me encontraré con vosotros para hablarte. (Exodo 29, 42)

  • No me ofrecerás sobre él perfume profano, ni holocausto, ni ofrendas de vino derramado. (Exodo 30, 9)

  • Puso el altar de los holocaustos a la entrada del tabernáculo de la tienda de la reunión y en él ofreció el holocausto y la ofrenda, como el Señor le había mandado. (Exodo 40, 29)

  • Si su ofrenda es un holocausto de ganado mayor, ofrecerá un macho sin defecto, el cual debe ser presentado en la puerta de la tienda de la reunión, para que el Señor lo acepte. (Levítico 1, 3)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina