Encontrados 5397 resultados para: Ido

  • el cual exclamó: "Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada hembra porque ha sido tomada del hombre". (Génesis 2, 23)

  • La mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable para adquirir sabiduría. Tomó, pues, de su fruto y comió; dio también de él a su marido, que estaba junto a ella, y él también comió. (Génesis 3, 6)

  • El Señor Dios prosiguió: "¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿No habrás comido del árbol del que te prohibí comer?". (Génesis 3, 11)

  • A la mujer le dijo: "Multiplicaré los trabajos de tus preñeces. Con dolor parirás a tus hijos; tu deseo te arrastrará hacia tu marido, que te dominará". (Génesis 3, 16)

  • Al hombre le dijo: "Por haber hecho caso a tu mujer y por haber comido del árbol prohibido, maldita sea la tierra por tu culpa. Con trabajo sacarás de ella tu alimento todo el tiempo de tu vida. (Génesis 3, 17)

  • El Señor Dios lo expulsó del jardín de Edén para que trabajase la tierra de la que había sido sacado. (Génesis 3, 23)

  • El hombre tuvo relaciones con su mujer, Eva, la cual concibió, dio a luz a Caín y dijo: "He tenido un hombre gracias al Señor". (Génesis 4, 1)

  • También Abel le ofreció los primogénitos más selectos de su rebaño. El Señor miró complacido a Abel y su ofrenda, (Génesis 4, 4)

  • Lamec dijo a sus mujeres: "Ada y Sila, escuchadme; mujeres de Lamec, prestad oído a mis palabras: Por una herida maté a un hombre, y a un joven por una contusión. (Génesis 4, 23)

  • Dios miró a la tierra, y vio que estaba corrompida, porque todo mortal había corrompido su camino sobre ella. (Génesis 6, 12)

  • Dios dijo a Noé: "He decidido acabar con todo ser viviente, porque la tierra está llena de violencia por culpa de los hombres. Voy a exterminarlos a todos ellos juntamente con la tierra. (Génesis 6, 13)

  • Los hijos de Noé salidos del arca fueron Sem, Cam y Jafet. Cam es el padre de Canaán. (Génesis 9, 18)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina