Encontrados 121 resultados para: Joab

  • Entonces David envió este mensaje a Joab: "Envíame a Urías, el hitita". Y Joab envió a Urías a David. (II Samuel 11, 6)

  • Cuando Urías llegó donde David, éste le preguntó cómo estaba Joab y el ejército y cómo iba la guerra. (II Samuel 11, 7)

  • Urías le respondió: "El arca, Israel y Judá habitan en tiendas; mi señor Joab y los oficiales de mi señor acampan al aire libre, ¿e iba yo a ir a mi casa para comer, beber y dormir con mi mujer? Por el Señor y por tu vida, que no haré tal cosa". (II Samuel 11, 11)

  • A la mañana siguiente David escribió una carta a Joab y se la mandó por Urías. (II Samuel 11, 14)

  • Joab, que estaba asediando la ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes. (II Samuel 11, 16)

  • Los hombres de la ciudad hicieron una salida para atacar a Joab; cayeron muchos del ejército y de los servidores de David y murió también Urías, el hitita. (II Samuel 11, 17)

  • Joab mandó informar a David sobre todos los detalles del combate. (II Samuel 11, 18)

  • El mensajero partió, se presentó a David y le comunicó todo lo que Joab le había ordenado. Entonces David montó en cólera contra Joab y dijo al mensajero: "¿Por qué os habéis acercado tanto a la ciudad para atacarla? ¿No sabíais que tiran desde lo alto de los muros? ¿Quién mató a Abimélec, hijo de Yerubaal? ¿No fue una mujer que tiró sobre él desde lo alto de los muros una rueda de molino y murió en Tebes? ¿Por qué os habéis acercado tanto a las murallas?". (II Samuel 11, 22)

  • Entonces David dijo al mensajero: "Dile a Joab que no se preocupe por este asunto, porque la espada unas veces devora a unos y otras veces a otros; que refuerce ataques contra la ciudad hasta destruirla. Y tú dale ánimo". (II Samuel 11, 25)

  • Joab atacó a Rabá de los amonitas, se apoderó de la ciudad de las aguas y (II Samuel 12, 26)

  • Joab, hijo de Sarvia, se dio cuenta de que el corazón del rey se había inclinado hacia Absalón. (II Samuel 14, 1)

  • Entonces Joab mandó a buscar a Técoa una mujer hábil y le dijo: "Finge que estás de luto y ponte vestidos de luto; no te perfumes, de modo que parezcas una mujer que, desde hace tiempo, lleva luto por un muerto. (II Samuel 14, 2)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina