Encontrados 14 resultados para: Mercancías

  • Igualmente, algunos tirios que habitaban en la ciudad traían pescado y toda clase de mercancías, y las vendían en día de sábado a los judíos, y esto en la misma Jerusalén. (Nehemías 13, 16)

  • Sin embargo, todavía una o dos veces pasaron la noche fuera de Jerusalén los mercaderes y vendedores de toda clase de mercancías. (Nehemías 13, 20)

  • de obtener ganancia en la venta de mercancías, de corregir severamente a tus hijos, de azotar duramente al esclavo perezoso. (Eclesiástico 42, 5)

  • Saquearán tus riquezas, arrebatarán tus mercancías. Derruirán tus muros, demolerán tus magníficas casas, tirarán al mar tus piedras, vigas y escombros. (Ezequiel 26, 12)

  • Y estaban los ancianos de Guebal y sus peritos para reparar tus averías. Todas las naves del mar y sus marineros venían a ti para canjear sus mercancías. (Ezequiel 27, 9)

  • Tarsis comerciaba contigo por tus riquezas de todo género; con plata, hierro, estaño y plomo pagaba tus mercancías. (Ezequiel 27, 12)

  • Yaván, Tubal y Mesec traficaban contigo; pagaban tus mercancías con esclavos y objetos de bronce. (Ezequiel 27, 13)

  • Vedán y Jayin, desde Uzal, te abastecían de hierro forjado, de canela y caña a cambio de tus mercancías. (Ezequiel 27, 19)

  • Las naves de Tarsis te transportaban tus mercancías. ¡Oh!, eres rica y poderosa en el corazón de los mares. (Ezequiel 27, 25)

  • Tus riquezas, tus mercancías y tus fletes, tus marineros, tus pilotos, tus calafates, tus agentes comerciales, todos los guerreros que en ti van y la multitud inmensa que transportas se hundirán en el corazón de los mares el día de tu caída. (Ezequiel 27, 27)

  • Cuando desembarcabas del mar tus mercancías para saciar a innumerables pueblos, con la abundancia de tus riquezas y productos enriquecías a los reyes de la tierra. (Ezequiel 27, 33)

  • Mas ahora has sido tragada por las olas en lo profundo del mar; tus mercancías y tus hombres todos se fueron a pique contigo. (Ezequiel 27, 34)


“Cuide de estar sempre em estado de graça.” São Padre Pio de Pietrelcina