Encontrados 114 resultados para: Nabucodonosor

  • Entonces Nabucodonosor montó en cólera y mandó traer a Sidrac, Misac y Abdénago, los cuales fueron llevados a la presencia del rey. (Daniel 3, 13)

  • Nabucodonosor les preguntó: "¿Es cierto, Sidrac, Misac y Abdénago, que no veneráis a mis dioses ni adoráis la estatua de oro que yo he levantado? (Daniel 3, 14)

  • Sidrac, Misac y Abdénago respondieron al rey Nabucodonosor: "No necesitamos darte una respuesta sobre este particular. (Daniel 3, 16)

  • Entonces Nabucodonosor, lleno de furor y con el rostro desencajado de ira contra Sidrac, Misac y Abdénago, dio orden de que se encendiese el horno siete veces más de lo corriente (Daniel 3, 19)

  • Entonces el rey Nabucodonosor se acercó y se quedó estupefacto; se levantó rápidamente y dijo a sus ministros: "¿No hemos echado nosotros al fuego a estos tres hombres atados?". Respondieron al rey: "Ciertamente, oh rey". (Daniel 3, 91)

  • Después Nabucodonosor se acercó a la boca del horno de fuego ardiente y dijo: "¡Sidrac, Misac y Abdénago, siervos del Dios altísimo, salid fuera y venid aquí!". Sidrac, Misac y Abdénago salieron del fuego. (Daniel 3, 93)

  • Nabucodonosor entonces exclamó: "¡Bendito sea el Dio de Sidrac, Misac y Abdénago, el cual ha mandado a su ángel a librar a sus siervos, que confiaron en él y desobedecieron la orden del rey, exponiendo su vida, por no postrarse a adorar a ningún otro fuera de su Dios! (Daniel 3, 95)

  • "El rey Nabucodonosor a todos los pueblos, naciones y gentes de todas las lenguas que habitan en la tierra: ¡Que vuestra paz sea grande! (Daniel 3, 98)

  • Yo, Nabucodonosor, estaba tranquilo en mi casa, viviendo felizmente en mi palacio, (Daniel 4, 1)

  • Tal es el sueño que he tenido yo, el rey Nabucodonosor. Y tú, Baltasar, indícame su interpretación, ya que los sabios de mi reino no fueron capaces de darme una explicación, mientras que tú eres capaz, porque en ti mora el espíritu del Dios santo". (Daniel 4, 15)

  • Todo lo dicho le sobrevino al rey Nabucodonosor. (Daniel 4, 25)

  • Aún tenía el rey la palabra en la boca, cuando se oyó una voz del cielo: "A ti te hablo, Nabucodonosor; se te ha quitado el imperio; (Daniel 4, 28)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina