Encontrados 259 resultados para: Presencia

  • una llama que salía de la presencia del Señor consumió el holocausto y las grasas sobre el altar. Ante esta visión, todo el pueblo lanzó gritos de alegría y cayeron rostro en tierra. (Levítico 9, 24)

  • Salió entonces de la presencia del Señor un fuego que los abrasó. Así murieron en presencia del Señor. (Levítico 10, 2)

  • "¿Por qué no habéis comido en lugar santo la víctima del sacrificio por el pecado? Es cosa santísima, que se os ha dado para borrar las culpas de la comunidad, haciendo sobre ella el rito de absolución en presencia del Señor. (Levítico 10, 17)

  • y le dijo: "Di a tu hermano Aarón que no podrá entrar nunca en el santuario, en el recinto que hay detrás del velo, en presencia del propiciatorio que está sobre el arca, no sea que muera cuando yo aparezca sobre el propiciatorio en una nube. (Levítico 16, 2)

  • Diles: Cualquier descendiente que se acerque en estado de impureza a las ofrendas santas consagradas al Señor por los israelitas, será extirpado de mi presencia: yo, el Señor. (Levítico 22, 3)

  • El primer día tomaréis los mejores frutos, ramos de palmera, ramas de árboles frondosos, sauces de las riberas, y os regocijaréis durante siete días en presencia del Señor, vuestro Dios. (Levítico 23, 40)

  • Aarón se encargará de arreglarlas para que ardan sin cesar día y noche en presencia del Señor, delante del velo del testimonio, en la tienda de la reunión. Es ley perpetua para vuestras sucesivas generaciones: (Levítico 24, 3)

  • Aarón dispondrá las lámparas en el candelabro de oro puro para que ardan continuamente en presencia del Señor". (Levítico 24, 4)

  • Nadab y Abihú murieron en presencia del Señor, en el desierto del Sinaí, cuando intentaron ofrecerle fuego profano. No tuvieron hijos. Entonces Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio en vida de su padre Aarón. (Números 3, 4)

  • El sacerdote llamará a la mujer y la pondrá en presencia del Señor. (Números 5, 16)

  • Pondrá a la mujer en presencia del Señor, le descubrirá la cabeza y le pondrá en las manos la ofrenda conmemorativa, es decir, la ofrenda de celos, mientras él tiene en su mano el agua amarga de la maldición. (Números 5, 18)

  • o cuando el marido se haya puesto celoso y sienta celos por su mujer, el marido hará comparecer a su mujer en presencia del Señor, y el sacerdote hará con ella todo este rito. (Números 5, 30)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina