Encontrados 18 resultados para: Semanas

  • Guardarás la fiesta de las semanas, la de las primicias de la siega del trigo y la fiesta de la recolección al terminar el año. (Exodo 34, 22)

  • Si da a luz una hembra, será impura durante dos semanas, como en su menstruación, y permanecerá retirada sesenta y seis días más purificando la sangre. (Levítico 12, 5)

  • "A partir del día después del sábado, a saber, del día en que hayáis ofrecido la gavilla con el rito de presentación, contaréis siete semanas completas. (Levítico 23, 15)

  • "Contarás siete semanas de años, o sea, siete por siete, cuarenta y nueve años. (Levítico 25, 8)

  • "El día de las primicias, cuando vayáis a presentar al Señor la ofrenda de los frutos nuevos en vuestra fiesta de las semanas, tendréis asamblea santa; no haréis ningún trabajo. (Números 28, 26)

  • Contarás siete semanas, a partir del día en que comienza la siega. (Deuteronomio 16, 9)

  • Entonces celebrarás la fiesta de las semanas en honor del Señor, tu Dios, y presentarás ofrendas voluntarias en proporción de los bienes con que el Señor, tu Dios, te haya bendecido. (Deuteronomio 16, 10)

  • Todos los varones deberán presentarse tres veces al año ante el Señor, tu Dios, en el lugar elegido por él: en la fiesta de los panes sin levadura, en la fiesta de las semanas y en la fiesta de los tabernáculos. Nadie se presentará con las manos vacías ante el Señor, (Deuteronomio 16, 16)

  • ajustándose a las prescripciones de Moisés respecto de los holocaustos de cada día, de los sábados, de los novilunios y de las tres solemnidades del año: fiesta de los panes sin levadura, fiesta de las semanas y fiesta de los tabernáculos. (II Crónicas 8, 13)

  • Bajo el reinado de Asaradón volví a mi casa, y me devolvieron a mi mujer Ana y a mi hijo Tobías. En nuestra fiesta de pentecostés, que es la fiesta santa de las siete semanas, me prepararon un buen banquete, y yo me puse a comer. (Tobías 2, 1)

  • Luego llamó a Tobías y le dijo: "Tienes que quedarte aquí dos semanas comiendo y bebiendo en mi casa y alegrando a mi hija, que tanto ha sufrido. (Tobías 8, 20)

  • No han dicho en su corazón: "Temamos al Señor nuestro Dios, que nos manda la lluvia, la lluvia temprana y la lluvia tardía a su tiempo, y que nos concede las semanas justas para la cosecha". (Jeremías 5, 24)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina