Encontrados 38 resultados para: Tomé

  • Después dijo: "¡He ahí al hombre, que ha llegado a ser como uno de nosotros por el conocimiento del bien y del mal! ¡No vaya ahora a tender su mano y tome del árbol de la vida, y comiendo de él viva para siempre!". (Génesis 3, 22)

  • Yo tenía en la mano la copa del Faraón, tomé los racimos, los exprimí en la copa del Faraón y se los puse en su mano". (Génesis 40, 11)

  • Yo tomé entonces vuestros jefes de tribu, hombres sabios y probados, y os los di por jefes: jefes de millar, de centena, cincuentena y decena, y oficiales para vuestras tribus. (Deuteronomio 1, 15)

  • Tomé entonces el becerro que os habíais hecho, que era causa de vuestro pecado, lo eché al fuego y, moliéndolo bien hasta reducirlo a polvo, lo tiré al agua del torrente que bajaba de la montaña. (Deuteronomio 9, 21)

  • Vi entre el botín un manto precioso, de Senaar, doscientas monedas de plata y una barra de oro de dos kilos y medio de peso y, dominado por la codicia, los tomé. Están escondidos en la tierra, en medio de mi tienda, y el dinero está debajo". (Josué 7, 21)

  • Caleb dijo: "Al que venza y tome Quiriat Séfer, le daré por esposa a mi hija Acsá". (Josué 15, 16)

  • Pero yo tomé a vuestro padre Abrahán del lado de allá del río y le hice recorrer toda la tierra de Canaán; multipliqué su descendencia y le di a Isaac. (Josué 24, 3)

  • Entonces Caleb prometió: "A quien ataque y tome Quiriat Séfer, le daré por mujer a mi hija Acsá". (Jueces 1, 12)

  • Joás respondió a todos los que estaban ante él: "¿Os corresponde a vosotros defender a Baal? ¿Sois vosotros los que tenéis que salvarlo? El que tome la defensa de Baal morirá antes de mañana. Si es Dios, se defenderá por sí mismo contra el que ha destruido su altar". (Jueces 6, 31)

  • Los israelitas estaban agotados. Entonces Saúl hizo prestar al pueblo este juramento: "Maldito el hombre que tome alimento antes de la tarde, hasta que yo me haya vengado de mis enemigos". Y nadie comió nada. (I Samuel 14, 24)

  • Y le dijo uno: "Tu padre ha hecho prestar este juramento a todo el pueblo: ¡Maldito el hombre que tome alimento hoy!". (I Samuel 14, 28)

  • Me acerqué a él y lo maté, porque sabía que no podría sobrevivir después de su caída. Tomé la corona que llevaba sobre su cabeza y el brazalete que tenía en su brazo y los he traído aquí, mi señor". (II Samuel 1, 10)


“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina