Encontrados 43 resultados para: anillos

  • Harás dos anillos de oro, que pondrás en las dos puntas inferiores del pectoral, en el borde interior que queda junto al efod. (Exodo 28, 26)

  • Harás otros dos anillos de oro, que fijarás a las dos hombreras del efod en su parte inferior delantera, a ras de la juntura, por encima del cinturón del efod. (Exodo 28, 27)

  • Se unirá el pectoral, por sus anillos, a los anillos del efod, por un cordón de púrpura violeta, para que el pectoral quede sujeto por encima del cinturón del efod y no pueda desprenderse de él. (Exodo 28, 28)

  • Le harás dos anillos de oro por debajo de la moldura, a sus dos flancos, para pasar por ellos las barras con que será transportado. (Exodo 30, 4)

  • el tabernáculo, su tienda y su cubierta, sus anillos y sus tablones, sus barras, sus columnas y sus lazos, (Exodo 35, 11)

  • Vinieron hombres y mujeres. Todos los generosos de corazón trajeron arillos y pendientes, anillos y cadenillas, brazaletes y toda clase de objetos de oro. Cada uno presentó al Señor una ofrenda de oro. (Exodo 35, 22)

  • Recubrieron los tablones de oro, hicieron también de oro sus anillos para pasar por ellos las barras, asimismo recubiertas de oro. (Exodo 36, 34)

  • Llevaba cinco columnas con sus respectivos garfios y con sus capiteles y anillos recubiertos de oro. Sus cinco basas estaban recubiertas de bronce. (Exodo 36, 38)

  • Fundió para ella cuatro anillos de oro para sus cuatro pies, dos a un lado y dos a otro. (Exodo 37, 3)

  • y las pasó por los anillos de los lados del arca para poder llevarla. (Exodo 37, 5)

  • Fundió para ella cuatro anillos de oro, que colocó en las esquinas de las cuatro patas. (Exodo 37, 13)

  • Estos anillos, por donde pasaban las barras para transportarla, estaban junto al travesaño. (Exodo 37, 14)


“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina