Encontrados 93 resultados para: aves

  • trató acerca de los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que brota en la pared; disertó acerca de los animales, de las aves, de los reptiles y de los peces. (I Reyes 5, 13)

  • Al que de la casa de Jeroboán muera en la ciudad lo comerán los perros; al que muera en el campo lo comerán las aves del cielo. Porque así lo ha dicho el Señor. (I Reyes 14, 11)

  • Al que de Basá muera en la ciudad lo comerán los perros, y al que muera en el campo lo comerán las aves del cielo". (I Reyes 16, 4)

  • Al que de Ajab muera en la ciudad le comerán los perros, y al que muera en el campo le comerán las aves del cielo". (I Reyes 21, 24)

  • Todos los días se consumía a expensas mías un toro, seis carneros selectos y aves; cada diez días se traía vino en abundancia. Sin embargo, no reclamé la provisión que me correspondía como gobernador, porque los trabajos gravaban ya bastante al pueblo. (Nehemías 5, 18)

  • Viva Nabucodonosor, rey de toda la tierra, y viva su poder, que te ha enviado para restablecer el orden en todos los seres vivientes; ya que, gracias a ti, no sólo los hombres le sirven, sino hasta las bestias salvajes, los animales domésticos y las aves del cielo viven, gracias a tu poder, para Nabucodonosor y toda su dinastía. (Judit 11, 7)

  • Toda ciudad o región que se niegue a seguir estas órdenes sea pasada a hierro y fuego y quede inhabitable para los hombres y eternamente detestable incluso para las fieras y aves del cielo". (Ester 16, 24)

  • Pero pregunta a las bestias, y te instruirán; a las aves del cielo, que te informarán; (Job 12, 7)

  • las aves del cielo y los peces del mar, cuanto surca las sendas de las aguas. (Salmos 8, 9)

  • conozco todas las aves de los cielos, toda la fauna de la tierra es mía. (Salmos 50, 11)

  • llovió sobre ellos carne como polvo, y aves como la arena de los mares; (Salmos 78, 27)

  • han dado el cadáver de tus siervos por comida a las aves de los cielos, la carne de tus fieles a las bestias de la tierra. (Salmos 79, 2)


“A prática das bem-aventuranças não requer atos de heroísmo, mas a aceitação simples e humilde das várias provações pelas quais a pessoa passa.” São Padre Pio de Pietrelcina