Encontrados 37 resultados para: bosque

  • Por ejemplo, si uno va con otro a cortar leña al bosque y, mientras maneja con fuerza el hacha para derribar el árbol, ésta salta del mango y, alcanzando al compañero, le mata, aquél puede refugiarse en una de estas ciudades y salvar la vida; (Deuteronomio 19, 5)

  • Todo el pueblo llegó al bosque, donde había mucha miel en el suelo. (I Samuel 14, 25)

  • El pueblo entró en el bosque y vio la miel que corría por el suelo, pero nadie llevó la mano a su boca, porque temían el juramento que habían hecho. (I Samuel 14, 26)

  • Pero el profeta Gad dijo a David: "No te quedes en el refugio. Vete y entra en la tierra de Judá". David partió y llegó al bosque de Járet. (I Samuel 22, 5)

  • La batalla se extendió por toda la región, y aquel día el bosque causó más muertes que la espada. (II Samuel 18, 8)

  • Tomaron a Absalón y lo echaron en una gran fosa en el bosque, y pusieron sobre él un gran montón de piedras. Todos los israelitas habían huido, cada uno a su tienda. (II Samuel 18, 17)

  • Construyó el palacio, "Bosque del Líbano", de cincuenta metros de largo, veinticinco de ancho y quince de alto, sostenido sobre cuatro hileras de columnas de cedro, en las que se apoyaban vigas de cedro; (I Reyes 7, 2)

  • y seiscientos escudos más pequeños de oro batido, empleando poco más de kilo y medio por cada uno. Y el rey los puso en la sala "Bosque del Líbano". (I Reyes 10, 17)

  • Todos los vasos de beber del rey Salomón eran de oro, y toda la vajilla del palacio "Bosque del Líbano", de oro fino. No había nada de plata, pues la plata no se estimaba en tiempo del rey Salomón. (I Reyes 10, 21)

  • Él se dio media vuelta, los miró y los maldijo en el nombre del Señor. Entonces salieron del bosque dos osas y despedazaron a cuarenta y dos de aquellos muchachos. (II Reyes 2, 24)

  • y 300 escudos de oro batido más pequeños, a tres kilos y medio de oro cada uno; y los pusieron en la sala "Bosque del Líbano". (II Crónicas 9, 16)

  • Todos los vasos de beber del rey Salomón eran de oro, y toda la vajilla de la sala del "Bosque del Líbano" era de oro fino. No había nada de plata, pues la plata no se estimaba en tiempos del rey Salomón. (II Crónicas 9, 20)


“Procuremos servir ao Senhor com todo o coração e com toda a vontade. Ele nos dará sempre mais do que merecemos.” São Padre Pio de Pietrelcina