Encontrados 17 resultados para: caballeros

  • Subieron también con él carros y caballeros, de modo que el cortejo fue imponente. (Génesis 50, 9)

  • Los egipcios, los caballos y los carros del Faraón, sus caballeros y su ejército los siguieron y les dieron alcance en el lugar donde estaban acampados a lo largo del mar, junto a Pi Hajirot, frente a Baal Sefón. (Exodo 14, 9)

  • Yo endureceré el corazón de los egipcios y seguirán tras ellos por el mar; así seré glorificado a costa del Faraón y de todo su ejército, de sus carros y de sus caballeros. (Exodo 14, 17)

  • Los egipcios conocerán que yo soy el Señor cuando yo sea glorificado a costa del Faraón, de sus carros y de sus caballeros". (Exodo 14, 18)

  • Los egipcios se lanzaron tras ellos; toda la caballería del Faraón, sus carros y caballeros entraron tras ellos en medio del mar. (Exodo 14, 23)

  • Y el Señor dijo a Moisés: "Extiende tu mano sobre el mar para que las aguas se vuelquen sobre los egipcios, sobre sus carros y caballeros". (Exodo 14, 26)

  • Las aguas, al juntarse, cubrieron carros y caballeros y a todo el ejército del Faraón, que había entrado en persecución de los israelitas. No escapó ni uno solo. (Exodo 14, 28)

  • Cuando los caballos del Faraón, con carros y caballeros, penetraron en el mar, el Señor lanzó sobre ellos las aguas del mar, mientras los israelitas pasaron a pie enjuto por medio del mar. (Exodo 15, 19)

  • El joven respondió: "Yo me encontraba por casualidad en el monte Gelboé, y vi a Saúl apoyándose sobre su lanza y asediado por carros y caballeros. (II Samuel 1, 6)

  • Si ve caballería, parejas de caballeros, hombres montados en asnos, hombres montados en camellos, preste atención, mucha atención. (Isaías 21, 7)

  • Y he visto llegar caballería, una pareja de caballeros. Me han hablado, me han dicho: ¡Ha caído, ha caído Babilonia, y todas las estatuas de sus ídolos están en tierra hechas pedazos! (Isaías 21, 9)

  • aparejad los caballos; montad, caballeros; alineaos con los yelmos, bruñid las lanzas, vestíos las corazas! (Jeremías 46, 4)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina