Encontrados 379 resultados para: enemigos

  • El Señor, tu Dios, está en medio de tu campamento para protegerte y librarte de tus enemigos. Por tanto, tu campamento debe ser santo, para que el Señor no vea indecencias en medio de él y no se aparte de ti. (Deuteronomio 23, 15)

  • Por eso, cuando el Señor, tu Dios, te haya puesto a seguro de todos tus enemigos que te rodean, en la tierra que está para darte en heredad, borrarás el recuerdo de Amalec de debajo del cielo. No lo olvides. (Deuteronomio 25, 19)

  • El Señor pondrá en fuga delante de ti a todos los enemigos que se alcen contra ti. (Deuteronomio 28, 7)

  • El Señor hará que seas derrotado por tus enemigos; saldrás a su encuentro por un camino, y por siete caminos huirás y serás el espanto de todos los reinos de la tierra. (Deuteronomio 28, 25)

  • Tu buey será degollado ante tus propios ojos, y no lo podrás comer; te quitarán tu asno, y no te lo devolverán; tus enemigos se llevarán tus ovejas, y nadie te socorrerá. (Deuteronomio 28, 31)

  • tendrás que servir a los enemigos que el Señor mandará contra ti; sufrirás hambre, sed, falta de ropa, miseria total. Cargarán sobre tu cuello yugo de hierro hasta destruirte. (Deuteronomio 28, 48)

  • El Señor te llevará de nuevo a Egipto por el camino del que yo te había dicho: No lo volverás a ver más. Allí os ofreceréis a vuestros enemigos en venta como esclavos y no encontraréis comprador. (Deuteronomio 28, 68)

  • El Señor, tu Dios, hará recaer todas estas maldiciones sobre tus enemigos y sobre los que te hayan odiado y perseguido. (Deuteronomio 30, 7)

  • pero pensé en la arrogancia de los enemigos, en la falsa interpretación que ellos harían: Ha sido nuestra mano poderosa, y no el Señor, la que hizo todo esto. (Deuteronomio 32, 27)

  • Pero su roca no es como nuestra roca, lo saben bien nuestros mismos enemigos; (Deuteronomio 32, 31)

  • cuando afile mi espada fulgurante y empiece a hacer justicia, tomaré venganza de mis enemigos y daré su merecido a los que me odian. (Deuteronomio 32, 41)

  • Emborracharé de sangre mis flechas y mi espada se hartará de carne; sangre de heridos y cautivos, cabezas de jefes enemigos. (Deuteronomio 32, 42)


“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina