Encontrados 36 resultados para: fieras

  • Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Domine sobre los peces del mar, las aves del cielo, los ganados, las fieras campestres y los reptiles de la tierra". (Génesis 1, 26)

  • Nunca te he traído los animales desgarrados por las fieras; yo pagaba el daño de mi bolsillo; lo robado, tanto de noche como de día, tú me lo reclamabas. (Génesis 31, 39)

  • No los echaré de tu presencia en un solo año, para que no se quede la tierra desierta y se multipliquen contra ti las fieras salvajes, (Exodo 23, 29)

  • El indígena o extranjero residente que comiere carne muerta o destrozada por las fieras, lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde; entonces será puro. (Levítico 17, 15)

  • enviaré contra vosotros fieras salvajes, que devorarán a vuestros hijos, destrozarán vuestros ganados y os diezmarán hasta el punto de quedar desiertos vuestros caminos. (Levítico 26, 22)

  • El Señor, tu Dios, irá destruyendo estas naciones delante de ti poco a poco. No podrás exterminarlas en un día, no sea que las fieras del campo se multipliquen contra ti. (Deuteronomio 7, 22)

  • Quedarán extenuados por el hambre, consumidos por la fiebre y por la peste. Enviaré contra ellos fieras salvajes y serpientes venenosas. (Deuteronomio 32, 24)

  • Joás, rey de Israel, mandó a decir a Amasías, rey de Judá: "El cardo del Líbano mandó a decir al cedro del Líbano: Da tu hija por esposa a mi hijo. Pero pasaron las fieras del Líbano y pisotearon el cardo. (II Reyes 14, 9)

  • Joás, rey de Israel, mandó a decir a Amasías, rey de Judá: "El cardo del Líbano manda a decir al cedro del Líbano: Da tu hija por esposa a mi hijo; pero pasaron las fieras del Líbano y pisotearon el cardo. (II Crónicas 25, 18)

  • Toda ciudad o región que se niegue a seguir estas órdenes sea pasada a hierro y fuego y quede inhabitable para los hombres y eternamente detestable incluso para las fieras y aves del cielo". (Ester 16, 24)

  • Señor, ¿hasta cuándo verás esto? Rescata mi vida de estas fieras rugientes, mi único bien, de estos leones; (Salmos 35, 17)

  • pues mías son todas las fieras de la selva, lo mismo que los animales de los montes; (Salmos 50, 10)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina