Encontrados 277 resultados para: habitantes

  • Por eso el país está de luto y todos sus habitantes desfallecen; hasta las bestias de los campos, las aves del cielo y los peces del mar desaparecen. (Oseas 4, 3)

  • Los habitantes de Samaría temen por el becerro de Bet-Avén; sí, su pueblo está de luto por él, y por él sus sacerdotes se lamentan porque su gloria ha desaparecido. (Oseas 10, 5)

  • Oíd esto, ancianos; escuchad, habitantes todos del país. ¿Ha sucedido algo semejante en vuestros días o en los días de vuestros padres? (Joel 1, 2)

  • Promulgad un ayuno, convocad una asamblea, reuníos, ancianos, y vosotros todos, habitantes del país, en la casa del Señor, Dios vuestro; aclamad al Señor: (Joel 1, 14)

  • ¡Tocad la trompeta en Sión, dad la alarma sobre mi monte santo; tiemblen todos los habitantes del país, porque llega el día del Señor, porque está cerca! (Joel 2, 1)

  • que vendisteis a los habitantes de Judá y de Jerusalén a los griegos, alejándolos de su país. (Joel 4, 6)

  • Daré vuestros hijos y vuestras hijas a los habitantes de Judá, y ellos los venderán al lejano pueblo de los sabeos. Lo ha dicho el Señor. (Joel 4, 8)

  • Egipto quedará hecho un desierto, Edón una estepa desolada por la violencia hecha a los habitantes de Judá, por haber derramado sangre inocente en su propia tierra. (Joel 4, 19)

  • El Señor, Dios todopoderoso..., el que toca la tierra y se funde, y se entristecen todos sus habitantes; crece toda ella como el Nilo y mengua como el río de Egipto. (Amós 9, 5)

  • Tocad el cuerno, habitantes de Safir; no han salido de sus muros los habitantes de Saanán. Bet-ha-Esel ha sido destruida desde sus cimientos, desde sus firmes bases. (Miqueas 1, 11)

  • También a vosotros os traeré un conquistador, habitantes de Maresá. Hasta Adulán llegará la gloria de Israel. (Miqueas 1, 15)

  • Sus ricos están llenos de injusticia, sus habitantes hablan falsedad, en su boca hay una lengua engañadora. (Miqueas 6, 12)


“Quando Jesus vem a nós na santa comunhão, encontra alegria em Sua criatura. Por nossa parte, procuremos Nele a nossa alegria.” São Padre Pio de Pietrelcina