Encontrados 174 resultados para: llevo

  • Cuando David volvía de matar al filisteo, Abner lo tomó y lo llevó ante Saúl, con la cabeza del filisteo en la mano. (I Samuel 17, 57)

  • Antes de que se pasara el plazo fijado, David salió con sus gentes, mató a doscientos filisteos, llevó los prepucios y se los entregó al rey para ser su yerno. Y Saúl le dio por mujer a su hija Mical. (I Samuel 18, 27)

  • Jonatán llamó a David y le refirió todo esto. Después le llevó ante Saúl, y David estuvo a su servicio como antes. (I Samuel 19, 7)

  • Jonatán volvió a gritar al muchacho: "Pronto, date prisa, no te detengas". El muchacho recogió la flecha y se la llevó. (I Samuel 20, 38)

  • David dijo al sacerdote Abiatar, hijo de Ajimélec: "Tráeme, por favor, el efod". Y Abiatar se lo llevó. (I Samuel 30, 7)

  • Llevó también a los hombres que estaban con él, cada uno con su familia, y se establecieron en las ciudades de Hebrón. (II Samuel 2, 3)

  • Cuando Abner volvió a Hebrón, Joab le llevó aparte, al lado de la puerta, como para hablar pacíficamente con él, y allí le hirió mortalmente en el vientre, por la sangre de Asael, su hermano. (II Samuel 3, 27)

  • Por eso no quiso llevar el arca del Señor a su casa, a la ciudad de David, y la llevó a casa de Obededón de Gat. (II Samuel 6, 10)

  • David se apoderó de los escudos de oro que llevaba la guardia de Hadadézer y los llevó a Jerusalén. (II Samuel 8, 7)

  • Una vez terminado el luto, David mandó a buscarla, la llevó a su casa y la tomó por mujer. Ella dio a luz un hijo. Pero esto que hizo David desagradó al Señor. (II Samuel 11, 27)

  • Se llevó cautivos a sus habitantes y los puso a trabajar con sierras, picos y hachas y a hacer ladrillos. Lo mismo hizo con las ciudades de los amonitas. David y todo su ejército volvieron a Jerusalén. (II Samuel 12, 31)

  • Amnón dijo a Tamar: "Trae el plato a la alcoba para que yo coma de tu mano". Tamar tomó las tortas que había preparado y se las llevó a su hermano Amnón, a la alcoba. (II Samuel 13, 10)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina