Encontrados 38 resultados para: mala

  • Sigue la historia de Jacob. José tenía diecisiete años cuando iba a apacentar el rebaño con sus hermanos, los hijos de Bihl y de Zilpa, mujeres de su padre. Y José contó a su padre la mala fama que tenían sus hermanos. (Génesis 37, 2)

  • ¿Por qué van a poder decir los egipcios: Con muy mala intención los hizo salir, para hacerlos perecer en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra? Aplaca tu ira y arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo. (Exodo 32, 12)

  • cómo es la tierra habitada, buena o mala; cómo están sus ciudades, abiertas o amuralladas; (Números 13, 19)

  • que, aunque me dieras tu casa llena de oro y plata, yo no podría traspasar las órdenes del Señor ni hacer por propia iniciativa cosa alguna, buena o mala, sino que diría fielmente lo que dijera el Señor? (Números 24, 13)

  • No te dejes llevar de este pensamiento egoísta: Ya está cercano el año séptimo, el año del perdón y, si poniendo mala cara a tu hermano necesitado, no le das nada, podría apelar al Señor contra ti, y te harías reo de pecado. (Deuteronomio 15, 9)

  • Entonces Saúl se encendió en cólera contra Jonatán y le dijo: "¡Hijo de mala madre! ¡Ya sabía yo que eres amigo del hijo de Jesé para tu vergüenza y para vergüenza de tu madre! (I Samuel 20, 30)

  • Ajías, al oír el ruido de sus pasos cuando atravesaba el umbral, exclamó: "Entra, mujer de Jeroboán. ¿Por qué te haces pasar por otra? Tengo una mala noticia para ti. (I Reyes 14, 6)

  • con el fin de que yo, impulsado por el miedo, obrara así e incurriera en pecado, con lo que ellos encontrarían en esta mala nota un pretexto para desprestigiarme. (Nehemías 6, 13)

  • Hazme justicia, oh Dios, y defiende mi causa contra esta mala gente, líbrame del hombre falso y criminal. (Salmos 43, 1)

  • Temer al Señor es aborrecer el mal; la arrogancia y el orgullo, la mala conducta y la boca perversa, las detesto. (Proverbios 8, 13)

  • Estas riquezas desaparecen en una mala circunstancia; le nace un hijo, y ya no tiene nada en su mano. (Eclesiastés 5, 13)

  • También he visto bajo el sol que ni es de los veloces la carrera, ni de los valientes el combate, ni de los sabios el pan, ni de los inteligentes la riqueza, ni de los instruidos la estima, porque el tiempo y la mala suerte alcanzan a todos. (Eclesiastés 9, 11)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina