Encontrados 193 resultados para: murió

  • Los israelitas partieron de los pozos de Bené Yaacán para Moserá. Allí murió Aarón y allí fue enterrado. Eleazar, su hijo, le sucedió en el sacerdocio. (Deuteronomio 10, 6)

  • Una vez que subas a la montaña, morirás e irás a reunirte con tus padres, como Aarón, tu hermano, murió en Hor de la Montaña y fue a reunirse con los suyos. (Deuteronomio 32, 50)

  • Moisés, siervo de Dios, murió allí, en la tierra de Moab, como lo había dispuesto el Señor. (Deuteronomio 34, 5)

  • Moisés tenía ciento veinte años cuando murió. No se habían apagado sus ojos ni se había debilitado su vigor. (Deuteronomio 34, 7)

  • Cuando Acán, hijo de Zéraj, cometió una infidelidad contra lo consagrado al exterminio, ¿no cayó la ira del Señor sobre toda la comunidad de Israel, aunque era un hombre solo? No murió él solo por su pecado". (Josué 22, 20)

  • Después de todo esto, Josué, hijo de Nun, siervo del Señor, murió a la edad de ciento diez años. (Josué 24, 29)

  • Después murió Eleazar, hijo de Aarón, y fue sepultado en Guibeá, ciudad de su hijo Fineés, a quien se la habían dado en la montaña de Efraín. (Josué 24, 33)

  • Adonisedec dijo: "Setenta reyes, cortados los pulgares de pies y manos, recogían las migajas debajo de mi mesa; Dios me paga con la misma medida". Fue llevado a Jerusalén, y allí murió. (Jueces 1, 7)

  • Josué, hijo de Nun, siervo del Señor, murió a la edad de ciento diez años, (Jueces 2, 8)

  • murió también toda aquella generación que no conocía al Señor ni lo que había hecho por Israel. (Jueces 2, 10)

  • Pero Yael, mujer de Jéber, tomó un clavo de la tienda y un martillo, y se acercó silenciosamente a él y le clavó en la sien el clavo, que llegó hasta la tierra. Sísara estaba profundamente dormido, agotado de cansancio, y murió. (Jueces 4, 21)

  • Gedeón, hijo de Joás, murió en buena ancianidad y fue sepultado en la tumba de su padre, Joás, en Ofrá de Abiezer. (Jueces 8, 32)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina