Encontrados 19 resultados para: narices

  • El Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, le insufló en sus narices un hálito de vida y así el hombre llegó a ser un ser viviente. (Génesis 2, 7)

  • todo lo que tiene hálito de vida en sus narices, todo lo que habita la tierra seca, todo pereció. (Génesis 7, 22)

  • Cuando los camellos acabaron de beber, el criado tomó un anillo de oro de seis gramos de peso y se lo puso a ella en las narices; y luego, en sus brazos, dos brazaletes también de oro, de ciento veinte gramos de peso. Y le dijo: (Génesis 24, 22)

  • sino un mes entero; hasta que se os salga por las narices y os produzca asco, pues habéis despreciado al Señor, que está en medio de vosotros, y habéis llorado en su presencia diciendo: ¿Por qué hemos salido de Egipto?". (Números 11, 20)

  • Una humareda subía de sus narices y de su boca un fuego destructor; de él salían carbones encendidos. (II Samuel 22, 9)

  • Apareció el fondo de los mares, los cimientos de la tierra quedaron al desnudo al fragor, oh Señor, de tu amenaza, al resollar del viento en tus narices. (II Samuel 22, 16)

  • Puesto que te has enfurecido contra mí y tu insolencia ha llegado a mis oídos, pondré mi anillo en tus narices y mi freno en tus labios y te haré volver por el camino por el cual has venido. (II Reyes 19, 28)

  • mientras mi aliento siga en mí y el soplo de Dios en mis narices, (Job 27, 3)

  • ¿Quién podrá apresarlo por los ojos o taladrar sus narices con punzones? (Job 40, 24)

  • ¿Meterás un junco en sus narices? ¿Taladrarás con un gancho sus quijadas? (Job 40, 26)

  • De sus narices sale humo, como de una caldera hirviente al fuego. (Job 41, 12)

  • una humareda subía de sus narices y de su boca un fuego destructor, de él salían carbones encendidos. (Salmos 18, 9)


“Seja paciente e espere com confiança o tempo do Senhor”. São Padre Pio de Pietrelcina