Encontrados 147 resultados para: real

  • Queremos cruzar, por favor, tu territorio. No atravesaremos tus sembrados, ni beberemos el agua de tus pozos; iremos por el camino real, sin desviarnos ni a derecha ni a izquierda, hasta que salgamos de tus confines". (Números 20, 17)

  • "Yo quiero cruzar tu tierra. No iremos ni por los campos ni por las viñas, ni beberemos el agua de los pozos. Seguiremos el camino real hasta que hayamos salido de tus fronteras". (Números 21, 22)

  • No veo iniquidad en Jacob, ni crimen alguno en Israel; el Señor, su Dios, está con él, y en él resuena la aclamación real. (Números 23, 21)

  • Entonces Samuel expuso al pueblo el derecho real y lo escribió en un libro que está ante el Señor. Después ordenó que cada cual se fuese a su casa. (I Samuel 10, 25)

  • Yo soy débil todavía, aunque haya recibido la unción real, y estos hombres, los hijos de Sarvia, son más fuertes que yo. Que el Señor pague al que hizo el mal según su malicia". (II Samuel 3, 39)

  • Después David dijo a Urías: "Baja a tu casa y lávate los pies". Urías salió del palacio y, tras él, le llevaron un obsequio de la mesa real. (II Samuel 11, 8)

  • ¿No están allí contigo los sacerdotes Sadoc y Abiatar? Todo lo que oigas en el palacio real, se lo comunicarás a los sacerdotes Sadoc y Abiatar. (II Samuel 15, 35)

  • Y Adonías: "Tú sabes que a mí me tocaba la dignidad real y que todo Israel había puesto en mí sus ojos, esperando que yo había de reinar. Pero la realeza se me escapó y pasó a mi hermano, porque el Señor se la había destinado a él. (I Reyes 2, 15)

  • Y el rey dio orden a Benayas, hijo de Yehoyadá, que lo mató en el acto. Así el poder real se consolidó en manos de Salomón. (I Reyes 2, 46)

  • Cuando acabó Salomón de construir el templo del Señor, el palacio real y todo cuanto se había propuesto hacer, (I Reyes 9, 1)

  • Salomón construyó los dos edificios, el templo del Señor y el palacio real, en veinte años. (I Reyes 9, 10)

  • Con las maderas, el rey hizo balaustradas para el templo del Señor y para el palacio real, y cítaras y arpas para los cantores. Madera de sándalo como aquélla no se ha traído ni se ha vuelto a ver hasta nuestros días. (I Reyes 10, 12)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina