Encontrados 174 resultados para: siervos

  • Entonces Janún agarró a los siervos de David, les cortó la mitad de la barba y los vestidos por la mitad, a la altura de las nalgas, y los despachó. (II Samuel 10, 4)

  • pero los arqueros tiraron sobre tus siervos desde lo alto de los muros y murieron muchos siervos del rey, y tu siervo Urías, el hitita, murió también". (II Samuel 11, 24)

  • Entonces dijo a sus siervos: "Conocéis el campo de Joab, que está junto al mío y en el que tiene cebada; id y prendedle fuego". Y los siervos de Absalón prendieron fuego al campo. (II Samuel 14, 30)

  • Entonces Joab se presentó a Absalón en su casa y le dijo: "¿Por qué tus siervos han prendido fuego a mi campo?". (II Samuel 14, 31)

  • Joab se presentó al rey, en su casa, y le dijo: "Hoy cubres de vergüenza a tus siervos, que han salvado hoy tu vida, la vida de tus hijos y de tus hijas, la de tus mujeres y tus concubinas, (II Samuel 19, 6)

  • Llevaba consigo mil hombres de Benjamín. Sibá, el servidor de la casa de Saúl, con sus quince hijos y veinte siervos, se adelantaron al rey en el Jordán, (II Samuel 19, 18)

  • ¿Salió, tal vez, de mi señor, el rey, la orden de hacer esto, sin haber notificado a tus siervos quién se había de sentar sobre el trono de mi señor, el rey, después de él?". (I Reyes 1, 27)

  • dijo: "Señor, Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti, ni arriba en los cielos, ni abajo en la tierra. Tú guardas la alianza y la fidelidad con tus siervos que siguen tus caminos de todo corazón. (I Reyes 8, 23)

  • escucha tú desde el cielo, intervén y haz justicia a tus siervos, condena al culpable haciendo recaer su maldad sobre su cabeza, y absuelve al inocente retribuyéndole conforme a su inocencia. (I Reyes 8, 32)

  • escucha tú en el cielo, perdona el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enséñales el buen camino por donde deben andar y manda la lluvia sobre la tierra que le diste en heredad. (I Reyes 8, 36)

  • Jirán mandó como tripulantes a servidores suyos, marineros expertos en las cosas del mar, que con los siervos de Salomón (I Reyes 9, 27)

  • El rey volvió a enviar un tercer capitán con sus cincuenta soldados. Pero este tercer capitán fue, se postró de rodillas ante Elías y le suplicó: "Hombre de Dios, ¡por favor! Que mi vida y la de estos cincuenta siervos tuyos sea preciosa a tus ojos. (II Reyes 1, 13)


“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina