Oseas, 6
5. Por eso les envié profetas para desarraigarlos, y de mi propia boca salió su sentencia de muerte.
5. Por eso les envié profetas para desarraigarlos, y de mi propia boca salió su sentencia de muerte.
“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina