Gefunden 171 Ergebnisse für: ídolos

  • Aprovechando que Labán había salido a esquilar su rebaño, Raquel robó los ídolos familiares que su padre tenía en casa. (Génesis 31, 19)

  • Pero eso sí, al que descubras que tiene en su poder tus dioses, ése morirá. En presencia de nuestros hermanos, revisa todo lo que yo tengo, y si reconoces algo tuyo, llévatelo.» Pero Jacob ignoraba que Raquel había robado los ídolos. (Génesis 31, 32)

  • pero Raquel había tomado los ídolos familiares y colocándolos debajo de la montura del camello se sentó encima mientras Labán registraba toda su tienda y no encontraba nada. (Génesis 31, 34)

  • Entonces ella, dirigiéndose a su padre le dijo: «Perdone, mi señor, si no me pongo de pie ante su presencia, pero me sucede lo que le pasa a las mujeres.» Registró, pues, y no encontró los ídolos. (Génesis 31, 35)

  • No se vuelvan hacia los ídolos ni se hagan dioses de metal fundido. ¡Yo soy Yavé, Dios de ustedes! (Levítico 19, 4)

  • No se hagan ídolos, ni levanten estatuas o monumentos, ni coloquen en su tierra piedras grabadas para postrarse ante ellas, porque yo soy Yavé, el Dios de ustedes. (Levítico 26, 1)

  • Destruiré sus santuarios de las lomas, demoleré sus monumentos, amontonaré sus cadáveres sobre los cadáveres de sus sucios ídolos y les tendré asco. (Levítico 26, 30)

  • Guárdate, pues, de olvidar la Alianza que Yavé ha pactado contigo y no te hagas ídolos, o sea imágenes de todo lo que Yavé tu Dios te ha prohibido. (Deuteronomio 4, 23)

  • Cuando tengas hijos y nietos y hayan envejecido en el país, no vayan a corromperse teniendo ídolos y haciendo lo que desagrada a Yavé. (Deuteronomio 4, 25)

  • No te harás ídolos, no te harás figura alguna de las cosas que hay arriba en el cielo o aquí debajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. (Deuteronomio 5, 8)

  • Por el contrario, esto es lo que deben hacer: derriben sus altares y hagan pedazos las imágenes, arrasen sus bosques sagrados y quemen sus ídolos. (Deuteronomio 7, 5)

  • De lo que quedaba no he comido nada durante mi duelo, nada hay impuro en él, nada he ofrecido a los ídolos, sino que he obedecido la voz de Yavé, mi Dios, y he obrado en todo como me lo habías mandado. (Deuteronomio 26, 14)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina