Gefunden 234 Ergebnisse für: Alegría

  • sus calles entonarán cantos de alegría, y dirán todos sus habitantes: ¡Aleluya! Bendito sea Dios que te glorificó para siempre. (Tobías 13, 18)

  • A su regreso, rogaba al Dios de Israel que encaminara sus pasos para alegría de todo su pueblo. (Judit 12, 8)

  • Respondió Judit: «¿Quién soy yo para oponerme a mi señor? Todo lo que agrade a sus ojos lo haré con gusto, y eso será para mí motivo de alegría hasta el día de mi muerte.» (Judit 12, 14)

  • Le dijo, pues: «Bebe y participa de nuestra alegría.» (Judit 12, 17)

  • Al terminar, todo el pueblo dio gritos de alegría, que se escucharon en toda la ciudad. (Judit 14, 9)

  • Mardoqueo salió del palacio real, vestido con un traje de rey, de púrpura violeta y lino blanco, con una gran corona de oro en su cabeza y un manto de seda y púrpura. Cuando el decreto fue publicado en Susa, la ciudad se estremeció de alegría. (Ester 8, 15)

  • En todos los lugares donde fueron conocidas las disposiciones del decreto real, los judíos saltaban de alegría y regocijo, y tuvieron banquetes y fiestas. Mucha gente pagana de distintas regiones se hicieron judíos, pues éstos les infundían mucho miedo. (Ester 8, 17)

  • Por eso, los días catorce y quince del mes de Adar serán, en adelante, días de reunión, de alegría y de fiesta delante de Dios para su pueblo Israel, desde ahora y para siempre.» El año cuarto del reinado de Tolomeo y Cleopatra, Dositeo, que se decía sacerdote y levita, junto con su hijo Tolomeo, trajeron la presente carta sobre los Purim, diciendo que era auténtica y que había sido traducida por Lisímaco, hijo de Tolomeo, que vivía en Jerusalén. (Ester 10, 13)

  • Escucha mi plegaria, mira con bondad a este pueblo y cambia nuestra pena en alegría para que así podamos, ¡oh Señor!, entonar alabanzas a tu Nombre. No dejes que se cierre para siempre la boca de los que ahora te alaban.» (Ester 13, 17)

  • Desde que cambió mi situación hasta el día de hoy, no he tenido momentos de alegría sino en ti, Señor, Dios de Abraham. (Ester 14, 18)

  • Que sea triste aquella noche, impenetrable a los gritos de alegría. (Job 3, 7)

  • Tu boca aún se llenará de risa, se verá en tus labios la alegría. (Job 8, 21)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina