Gefunden 150 Ergebnisse für: Alto

  • Dio orden a las nubes en lo alto, abrió las compuertas de los cielos, (Salmos 78, 23)

  • ¡Oh Dios Sabaot, es hora de que regreses; mira de lo alto del cielo y contempla, visita esa viña 16. y protégela, ya que tu derecha la plantó! (Salmos 80, 15)

  • Pues se inclinó de lo alto de su santuario, desde los cielos miró el Señor a la tierra (Salmos 102, 20)

  • Cuanto se alzan los cielos sobre la tierra tan alto es su amor con los que le temen. (Salmos 103, 11)

  • construyes sobre las aguas tu piso alto. Tú haces tu carro de las nubes y avanzas en alas de los vientos. (Salmos 104, 3)

  • De lo alto de tus moradas riegas los montes, sacias la tierra del fruto de tus obras; (Salmos 104, 13)

  • Desde lo alto tiéndeme tus manos, sálvame sacándome de las aguas profundas y de manos de los hijos de extranjeros, (Salmos 144, 7)

  • Construyeron de nuevo la ciudad de David con un muro alto y fuerte, protegido por torres poderosas, y pasó a ser la Fortaleza de ellos. (1 Macabeos 1, 33)

  • Simón construyó sobre el sepulcro de sus padres y de sus hermanos un monumento alto y visible desde muy lejos, adornado de mármoles en la fachada y en la parte posterior. (1 Macabeos 13, 27)

  • Pero los Amigos del rey Eupátor tomaban pretexto de esto para acusarlo ante el rey. Lo llamaban continuamente traidor, recordando que había abandonado la isla de Chipre, que Filometor le había confiado, para pasarse al partido de Antíoco Epífanes. Al no poder desempeñar con decoro tan alto cargo, desesperado, se envenenó y así acabó con su vida. (2 Macabeos 10, 13)

  • Pero a causa de su precipitación, no había acertado el golpe y al ver que las tropas ya entraban por las puertas, reunió sus fuerzas para subir a lo alto del muro y se arrojó varonilmente encima de los soldados. (2 Macabeos 14, 43)

  • Se sienta a la puerta de su casa, en un trono, en lo alto de la ciudad. (Proverbios 9, 14)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina