Gefunden 469 Ergebnisse für: Ciudades

  • «Manda a los hijos de Israel que cedan a los levitas, algunas ciudades de la herencia que les pertenece, con lugares de pastoreo alrededor, para que puedan habitarlas. (Números 35, 2)

  • Los levitas vivirán en esas ciudades y sus pastos serán para todos sus animales y sus pertenencias. (Números 35, 3)

  • Los pastos se extenderán hasta quinientos metros alrededor de las ciudades que entreguen a los levitas, a contar desde las murallas. (Números 35, 4)

  • Estos pastos formarán un cuadrado de mil metros: mil metros al occidente, mil al sur, mil al oeste y mil metros al norte; la ciudad estará al centro. Estos serán los pastos propios de las ciudades de los levitas. (Números 35, 5)

  • Ustedes les darán cuarenta y dos ciudades además de las seis ciudades de asilo, en las que se podrá refugiar el que haya ocasionado la muerte de una persona. (Números 35, 6)

  • Las ciudades que darán a los levitas será cuarenta y ocho en total, todas ellas con sus lugares de pastoreo. (Números 35, 7)

  • Estas ciudades se tomarán de la herencia de los hijos de Israel, tomando más del que tiene más, y menos del que tiene menos; cada tribu dará ciudades a los levitas en proporción a la herencia que le haya tocado.» (Números 35, 8)

  • elegirán ciudades de las que harán ciudades de refugio. En ellas se refugiará el que dio muerte a una persona sin intención. (Números 35, 11)

  • Esas ciudades le servirán de refugio contra el vengador de la sangre, para que no sea muerto antes de haber sido juzgado por la comunidad. (Números 35, 12)

  • Ustedes se reservarán seis ciudades de asilo: (Números 35, 13)

  • tres al otro lado del Jordán y tres en el país de Canaán, que pasarán a ser ciudades de asilo (Números 35, 14)

  • Entonces todos ustedes se acercaron a mí y me dijeron: Manda mejor algunos hombres delante de nosotros para que exploren el país y nos enseñen los caminos que llevan a las ciudades que podremos asaltar . (Deuteronomio 1, 22)


“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina