Gefunden 13 Ergebnisse für: Costado

  • Le pondrás un techo, dejando medio metro entre la parte superior de los costados y el techo. Pondrás la puerta del arca en un costado y harás un primer piso, un segundo y un tercero. (Génesis 6, 16)

  • El les dijo: «Esta es orden de Yavé, el Dios de Israel: Colóquense cada uno su espada al costado y pasen y repasen por el campamento, de una entrada a la otra; y no vacilen en matar a sus hermanos, compañeros y familiares.» (Exodo 32, 27)

  • Cada uno tomó a su enemigo por la cabeza y le clavó la espada en el costado; así murieron todos a la vez. Por eso se llamó a aquel lugar «Campo de los Costados», y está cerca de Gabaón. (2 Samuel 2, 16)

  • Estaban junto a la gran piedra que hay en Gabaón cuando Amasá se presentó ante ellos. Joab vestía un traje militar y sobre él llevaba ceñida al costado una espada en su vaina; aquélla se salió y quedó colgando. (2 Samuel 20, 8)

  • ¡Que un acreedor le quite todo y extraños se apoderen de lo que le ha costado! (Salmos 109, 10)

  • y provecho a cualquiera que lo lea. Para nosotros que nos hemos encargado del trabajo penoso de este resumen, no ha sido una obra fácil, sino que nos ha costado harto hacerla, (2 Macabeos 2, 26)

  • Luego reflexioné en todas las obras que había emprendido y en todas las molestias que me había costado su realización. Pues bien, no se retiene nada, se corre tras el viento; ¡no hay nada que ganar bajo el sol! (Eclesiastés (Qohelet) 2, 11)

  • Yavé le replicó: «Te afliges por un ricino que no te ha costado trabajo alguno y que no has hecho crecer, que en una noche ha nacido y en una noche ha muerto. (Jonás 4, 10)

  • sino que uno de los soldados le abrió el costado con la lanza, y al instante salió sangre y agua. (Evangelio según San Juan 19, 34)

  • Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron mucho al ver al Señor. (Evangelio según San Juan 20, 20)

  • Los otros discípulos le dijeron: «Hemos visto al Señor.» Pero él contestó: «Hasta que no vea la marca de los clavos en sus manos, no meta mis dedos en el agujero de los clavos y no introduzca mi mano en la herida de su costado, no creeré.» (Evangelio según San Juan 20, 25)

  • Después dijo a Tomás: «Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado. Deja de negar y cree.» (Evangelio según San Juan 20, 27)


Jesus lhe quer bem, da maneira que só Ele sabe amar.” São Padre Pio de Pietrelcina