Gefunden 611 Ergebnisse für: Mano

  • Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, y así podrán atajar las flechas incendiarias del demonio. (Carta a los Efesios 6, 16)

  • El saludo es de mi propia mano: Pablo. Acuérdense de que estoy con cadenas. La gracia sea con ustedes. (Carta a los Colosenses 4, 18)

  • Este saludo es de mi propia mano: Pablo. Es la contraseña en todas mis cartas. Esta es mi letra. (2º Carta a los Tesalonicenses 3, 17)

  • Yo, Pablo, lo escribo y firmo de mi propia mano; yo te lo pagaré. sin hablar de la deuda que tienes conmigo, y que eres tú mismo. (Carta a Filemon 1, 19)

  • No será como la alianza que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos del país de Egipto. Ellos no permanecieron fieles a mi alianza, por lo cual yo también los descuidé, dice el Señor. (Carta a los Hebreos 8, 9)

  • Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que, llegado el momento, él los levante. (1º Carta de Pedro 5, 6)

  • En su mano derecha tiene siete estrellas; de su boca sale una espada aguda de doble filo y su cara brilla como el sol cuando está en su máximo esplendor. (Apocalipsis 1, 16)

  • Al verlo caí como muerto a sus pies; pero me tocó con la mano derecha y me dijo: «No temas, soy yo, el Primero y el Ultimo, (Apocalipsis 1, 17)

  • Escucha el significado de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete Iglesias, y los siete candeleros son las siete Iglesias.» (Apocalipsis 1, 20)

  • Al ángel de la Iglesia que está en Efeso, escribe: Esto dice el que tiene las siete estrellas en su mano y camina en medio de los siete candeleros de oro: (Apocalipsis 2, 1)

  • Vi entonces en la mano derecha del que está sentado en el trono un libro en forma de rollo escrito por los dos lados y sellado con siete sellos. (Apocalipsis 5, 1)

  • El Cordero se adelantó y tomó el libro de la mano derecha del que está sentado en el trono. (Apocalipsis 5, 7)


“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina