Gefunden 20 Ergebnisse für: Sierva

  • Pero también del hijo de la sierva yo haré una gran nación, por ser descendiente tuyo.» (Génesis 21, 13)

  • Labán le dió a Raquel a su esclava Bilá como sierva. (Génesis 29, 29)

  • Viendo Lía que había dejado de tener hijos, tomó a su sierva Zelfa y se la dio por mujer a Jacob. (Génesis 30, 9)

  • Zelfa, la sierva de Lía, dio un segundo hijo a Jacob, (Génesis 30, 12)

  • Dijo Lía: «Dios me ha premiado por haber entregado mi sierva a mi marido.» Le puso por nombre Isacar. (Génesis 30, 18)

  • Lo que produzca naturalmente la tierra durante su descanso, servirá de comida a ti, a tu siervo y a tu sierva, a tu jornalero y al extranjero que vive junto a ti. (Levítico 25, 6)

  • En el lugar que Yavé haya elegido para morada de su Nombre, estarás de fiesta, y contigo tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita que vive en tus ciudades, el forastero, el huérfano y la viuda que viven entre ustedes. (Deuteronomio 16, 11)

  • Durante esta fiesta te alegrarás, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita, el forastero, el huérfano y la viuda que viven en tu ciudad. (Deuteronomio 16, 14)

  • No consideres a tu sierva como una mala mujer, pues si he estado orando tanto rato se debe sólo a mi gran pena y humillación.» (1 Samuel 1, 16)

  • Perdona, por favor, la falta de tu sierva.Seguramente Yavé dará a tu familia una larga descendencia por cuanto tú, señor mío, peleas por Yavé; y no harás el mal en toda tu vida. (1 Samuel 25, 28)

  • tú, señor, no tendrás este pesar y remordimiento en el corazón de haber derramado sangre inocente y haberte vengado por tu propia mano. Entonces Yavé te bendecirá y tú también te acordarás de mí, tu sierva.» (1 Samuel 25, 31)

  • Pero ahora dígnate obedecer a tu sierva. Permíteme traerte algo de comida para que recuperes tus fuerzas y prosigas tu camino.» (1 Samuel 28, 22)


“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina