Gefunden 92 Ergebnisse für: empezó

  • Entonces empezó a decir: «Yo soy servidor de Abrahán. (Génesis 24, 34)

  • José tenía treinta años cuando se presentó ante Faraón, rey de Egipto. Se retiró de su presencia y empezó a recorrer todo el país de Egipto. (Génesis 41, 46)

  • Toda la comunidad de los israelitas empezó a murmurar contra Moisés y Aarón en el desierto. (Exodo 16, 2)

  • Empezó a soplar un viento: venía de Yavé. El viento venía del mar y arrastraba codornices, las que dispersó por el campamento y sus alrededores hasta un día de camino. Las había por todo el derredor del campamento formando una capa de dos codos. (Números 11, 31)

  • Con este dinero, Gedeón se hizo un ídolo que puso en su ciudad de Ofrá, y de todas partes de Israel la gente empezó a ir a ese lugar, apartándose de Yavé. Esa fue la trampa en que cayó Gedeón y los suyos. (Jueces 8, 27)

  • Dalila adormeció a Sansón sobre sus rodillas y llamó a un hombre que le cortara las siete trenzas de su cabellera. Inmediatamente empezó a debilitarse y se le fue su fuerza. (Jueces 16, 19)

  • Cuando los israelitas se vieron en peligro, la gente empezó a huir: unos se escondían en las cavernas, en los subterráneos o entre las rocas; otros se metían en las criptas o en los pozos. (1 Samuel 13, 6)

  • Esperó siete días conforme al plazo que Samuel había fijado; pero Samuel no llegó a Guilgal y el ejército empezó a dispersarse. (1 Samuel 13, 8)

  • Al día siguiente, un espíritu malo, venido de Dios, cayó sobre Saúl, que comenzó a delirar en su casa. David, pues, como lo hacía otros días, empezó a tocar la cítara. Saúl tenía una lanza en su mano, (1 Samuel 18, 10)

  • Y en seguida empezó a latirle fuerte el corazón por haberle cortado la punta del manto de Saúl, (1 Samuel 24, 6)

  • David tenía treinta años cuando empezó a reinar. (2 Samuel 5, 4)

  • Cuando se oyó el toque de la trompeta, todo el pueblo empezó a dar vivas al rey Salomón. Después Salomón se puso a la cabeza de un desfile, y subieron todos tocando flautas y lanzando aclamaciones de alegría; era tal el estruendo que hacía estremecer la tierra. (1 Reyes 1, 40)


“Viva feliz. Sirva ao Senhor alegremente e com o espírito despreocupado.” São Padre Pio de Pietrelcina