Gefunden 225 Ergebnisse für: Ángel

  • Dios escuchó la voz de Manóaj, y el Ángel de Dios se presentó otra vez a la mujer, mientras se encontraba en el campo y su marido no estaba con ella. (Jueces 13, 9)

  • El Ángel del Señor dijo a Manóaj: "Él tendrá que abstenerse de todo lo que le dije a esta mujer: (Jueces 13, 13)

  • Manóaj dijo al Ángel del Señor: "Quédate aquí y te prepararemos un cabrito". (Jueces 13, 15)

  • Pero el Ángel del Señor le respondió: "Aunque me obligues a quedarme, no probaré tu comida. Si quieres hacer un holocausto, ofrécelo al Señor". Manóaj no se había dado cuenta de que aquel hombre era el Ángel del Señor. (Jueces 13, 16)

  • Pero el Ángel del Señor le dijo: "¿Por qué me preguntas mi nombre? Él es misterioso". (Jueces 13, 18)

  • Y cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el Ángel del Señor subía en la llama del altar, a la vista de Manóaj y de su mujer, que cayeron con el rostro en tierra. (Jueces 13, 20)

  • El Ángel del Señor ya no se volvió a aparecer a Manóaj ni a su mujer. Entonces Manóaj reconoció que aquel hombre era el Ángel del Señor, (Jueces 13, 21)

  • Aquís respondió a David: "Sí, ya lo sé. Tú eres tan grato a mis ojos como un ángel de Dios. Pero los jefes filisteos han dicho que no subas con nosotros al combate. (I Samuel 29, 9)

  • Tu servidora pensó además: ‘Que la palabra del rey nos traiga la calma. Porque él es como un ángel de Dios para distinguir el bien del mal’ ¡Que el Señor, tu Dios, esté contigo!". (II Samuel 14, 17)

  • Lo hizo para no encarar el asunto de frente. Pero mi señor posee la sabiduría de un ángel de Dios y sabe todo lo que pasa en la tierra". (II Samuel 14, 20)

  • Pero él me calumnió ante mi señor, el rey. Sin embargo, tú eres como un ángel de Dios: trátame entonces como mejor te parezca. (II Samuel 19, 28)

  • El Ángel extendió la mano hacia Jerusalén para exterminarla, pero el Señor se arrepintió del mal que le infligía y dijo al Ángel que exterminaba al pueblo: "¡Basta ya! ¡Retira tu mano!". El Ángel del Señor estaba junto a la era de Arauná, el jebuseo. (II Samuel 24, 16)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina