Gefunden 14 Ergebnisse für: Jarán

  • Téraj reunió a su hijo Abrám, a su nieto Lot, el hijo de Harán, y a su nuera Sarai, la esposa de su hijo Abrám, y salieron todos juntos de Ur de los caldeos para dirigirse a Canaán. Pero cuando llegaron a Jarán, se establecieron allí. (Génesis 11, 31)

  • Téraj vivió doscientos años, y murió en Jarán. (Génesis 11, 32)

  • Abrám partió, como el Señor se lo había ordenado, y Lot se fue con él. Cuando salió de Jarán, Abrám tenía setenta y cinco años. (Génesis 12, 4)

  • Tomó a su esposa Sarai, a su sobrino Lot, con todos los bienes que habían adquirido y todas las personas que habían reunido en Jarán, y se encaminaron hacia la tierra de Canaán. Al llegar a Canaán, (Génesis 12, 5)

  • Ahora, hijo mío, obedéceme. Huye inmediatamente a Jarán, a casa de mi hermano Labán, (Génesis 27, 43)

  • Jacob partió de Berseba y se dirigió hacia Jarán. (Génesis 28, 10)

  • Jacob dijo a los pastores: "Hermanos, ¿de dónde son ustedes?". "Somos de Jarán", respondieron. (Génesis 29, 4)

  • Bet Nimrá y Bet Jarán, e hicieron corrales para el ganado. (Números 32, 36)

  • ¿Libraron acaso sus dioses a esas naciones que mis padres han destruido, a Gozán, Jarán, Résef y a la gente de Edén que está en Telasar? (II Reyes 19, 12)

  • Efá, la concubina de Caleb, dio a luz a Jarán, Mosá y Gazéz; Jarán fue padre de Gazéz. (I Crónicas 2, 46)

  • ¿Libraron acaso sus dioses a esas naciones que mis padres han destruido, a Gozán, Jarán, Résef, y a la gente de Edén que está en Telasar? (Isaías 37, 12)

  • Jarán, Cané y Edén, los comerciantes de Sabá, Asur y Quilmad traficaban contigo: (Ezequiel 27, 23)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina