Gefunden 42 Ergebnisse für: Leones

  • Así he matado leones y osos, y ese filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha desafiado a las huestes del Dios viviente". (I Samuel 17, 36)

  • ¡Saúl y Jonatán, amigos tan queridos, inseparables en la vida y en la muerte! Eran más veloces que águilas, más fuertes que leones. (II Samuel 1, 23)

  • sobre esos paneles había figuras de leones, de toros y de querubines, y lo mismo sobre el armazón. Tanto arriba como abajo de los leones y toros había unos adornos en bajorrelieve. (I Reyes 7, 29)

  • Sobre las planchas, las manijas y los paneles, Jirám grabó querubines, leones y palmeras, dondequiera había un espacio libre, con bajorrelieves alrededor. (I Reyes 7, 36)

  • El trono tenía seis gradas, unas cabezas de toros en la parte posterior, y brazos a ambos lados del asiento; junto a los brazos había dos leones de pie, (I Reyes 10, 19)

  • y otros doce leones de pie sobre las seis gradas, a uno y otro lado. En ningún reino se había hecho nada igual. (I Reyes 10, 20)

  • Pero cuando comenzaron a establecerse en ese lugar, no veneraban al Señor, y el Señor envió contra ellos leones, que hicieron una masacre. (II Reyes 17, 25)

  • Entonces dijeron al rey de Asiria: "La gente que has deportado y establecido en las ciudades de Samaría no conoce la manera de honrar al dios de ese país, y él les envió unos leones que los hicieron morir, porque ellos no conocían la manera de honrar al dios de ese país". (II Reyes 17, 26)

  • El trono tenía seis gradas, una plataforma de oro, unos sostenes, y brazos a ambos lados del asiento; junto a los brazos había dos leones de pie, (II Crónicas 9, 18)

  • y otros doce leones de pie sobre las seis gradas, a uno y otro lado. En ningún reino se había hecho nada igual. (II Crónicas 9, 19)

  • Los leones cesan de rugir y bramar y los dientes de sus cachorros son quebrados; (Job 4, 10)

  • abren sus fauces contra mí como leones rapaces y rugientes. (Salmos 22, 14)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina