Gefunden 39 Ergebnisse für: Pedido

  • Una vez transcurrido ese período, José se dirigió a la corte del Faraón en estos términos: "Por favor, presenten al Faraón el siguiente pedido: (Génesis 50, 4)

  • y el Señor accedió al pedido de Moisés. Las ranas quedaron muertas en las casas, en los patios y en los campos. (Exodo 8, 9)

  • El Señor hizo lo que Moisés le había pedido, y los tábanos se apartaron del Faraón, de sus servidores y de su pueblo. No quedó ni siquiera uno. (Exodo 8, 27)

  • Esa misma noche, el Faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: "Salgan inmediatamente de en medio de mi pueblo, ustedes y todos los israelitas, y vayan a dar culto al Señor, como lo habían pedido. (Exodo 12, 31)

  • y el Señor hizo que el pueblo se ganara el favor de los egipcios, los cuales accedieron a su pedido. De este modo, los israelitas despojaron a los egipcios. La partida de los hebreos (Exodo 12, 36)

  • y por eso el país quedó profanado. Yo les he pedido cuenta de su iniquidad, y el país ha vomitado a sus habitantes. (Levítico 18, 25)

  • El Señor respondió: "Lo perdono, como tú me lo has pedido. (Números 14, 20)

  • se hará salir a los dos a la puerta de esa ciudad y los matarán a pedradas: a la joven por no haber pedido auxilio, a pesar de que estaba en la ciudad; y al hombre por haber violado a la mujer de su prójimo. Así harás desaparecer el mal de entre ustedes. (Deuteronomio 22, 24)

  • De allí subió a Penuel y les hizo el mismo pedido. Pero la gente de Penuel le respondió lo mismo que la gente de Sucot. (Jueces 8, 8)

  • "Vete en paz, le respondió Elí, y que el Dios de Israel te conceda lo que tanto le has pedido". (I Samuel 1, 17)

  • Ana concibió, y a su debido tiempo dio a luz un hijo, al que puso el nombre de Samuel, diciendo: "Se lo he pedido al Señor". (I Samuel 1, 20)

  • Ahora, ahí está el rey que se han elegido y que han pedido: ya ven que el Señor les ha dado un rey. (I Samuel 12, 13)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina