Gefunden 70 Ergebnisse für: Pequeño

  • Pero apúrate; refúgiate en ella, porque no podré hacer nada hasta que llegues allí". Por eso la ciudad recibió el nombre de Soar, que significa "pequeño poblado". (Génesis 19, 22)

  • Después de haber sido numeroso, como las estrellas del cielo, quedarás reducido a un pequeño número, por no haber escuchado la voz del Señor, tu Dios. (Deuteronomio 28, 62)

  • Cuando el niño dejó de mamar, lo subió con ella, llevando además un novillo de tres años, una medida de harina y un odre de vino, y lo condujo a la Casa del Señor en Silo. El niño era aún muy pequeño. (I Samuel 1, 24)

  • Su madre le hacía un pequeño manto, y se lo traía cada año, cuando subía con su marido a ofrecer el sacrificio anual. (I Samuel 2, 19)

  • Pero una vez que fue trasladada, la mano del Señor se hizo sentir sobre la ciudad y cundió un pánico terrible, porque el Señor hirió a la gente de la ciudad, del más pequeño al más grande, y les brotaron tumores. (I Samuel 5, 9)

  • David era el más pequeño. Los tres mayores habían seguido a Saúl, (I Samuel 17, 14)

  • llevándose cautivas a las mujeres y también a todos los que había allí, del más pequeño al más grande. Pero no habían matado a nadie, sino que se los habían llevado a todos, prosiguiendo luego su camino. (I Samuel 30, 2)

  • No les faltó nadie, ni grande ni pequeño, ni hijos ni hijas, ni nada del botín y de todo lo que les habían quitado los amalecitas: David lo recuperó todo. (I Samuel 30, 19)

  • El tenía un hijo pequeño, llamado Micá. Todos los que vivían en la casa de Sibá estaban al servicio de Meribaal, (II Samuel 9, 12)

  • Entonces ella dijo: "Tengo que hacerte un pequeño pedido; no me lo niegues". El rey respondió: "Pide, madre mía, porque no te lo voy a negar". (I Reyes 2, 20)

  • Aquel día, el rey consagró el centro del atrio que está delante de la Casa del Señor, ofreciendo allí el holocausto, la oblación y la grasa de los sacrificios de comunión, porque el altar de bronce que está delante del Señor resultaba demasiado pequeño para contener los holocaustos, las oblaciones y la grasa de los sacrificios de comunión. (I Reyes 8, 64)

  • El rey de Arám, por su parte, había dado esta orden a los treinta y dos comandantes de sus carros de guerra: "No ataquen a nadie, ni pequeño ni grande, sino sólo al rey de Israel". (I Reyes 22, 31)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina