Gefunden 48 Ergebnisse für: Ríos

  • Luego el Señor dijo a Moisés: "Da esta orden a Aarón: ‘Toma tu bastón y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto -sobre sus ríos y sus canales, sus pantanos y todos sus depósitos de agua- y que estas se conviertan en sangre a lo largo de todo Egipto, incluso las que están en recipientes de madera y de piedra’". (Exodo 7, 19)

  • Luego el Señor dijo a Moisés: "Da esta orden a Aarón: ‘Extiende tu mano y tu bastón sobre los ríos, los canales y los pantanos, para que las ranas invadan el territorio de Egipto’". (Exodo 8, 1)

  • Entre los animales que viven en el agua, ya sea en el mar o en los ríos, ustedes podrán comer aquellos que tienen aletas y escamas. (Levítico 11, 9)

  • Pero deberán tener por una cosa inmunda a cualquier animal que carezca de aletas y escamas, entre los seres que se mueven por las aguas y entre los vivientes que están en las aguas, ya sea en el mar o en los ríos. (Levítico 11, 10)

  • ¿Acaso los ríos de Damasco, el Abaná y el Parpar, no valen más que todas las aguas de Israel? ¿No podía yo bañarme en ellos y quedar limpio?". Y dando media vuelta, se fue muy enojado. (II Reyes 5, 12)

  • los heridos colmarán sus valles; los torrentes y los ríos desbordarán, llenos de cadáveres, (Judit 2, 8)

  • Explora las fuentes de los ríos y saca a luz tesoros escondidos. (Job 28, 11)

  • Hiciste brotar manantiales y torrentes, secaste los ríos caudalosos; (Salmos 74, 15)

  • sacó manantiales del peñasco, hizo correr las aguas como ríos. (Salmos 78, 16)

  • convirtió en sangre sus canales, y también sus ríos, para que no bebieran; (Salmos 78, 44)

  • extenderé su mano sobre el mar y su derecha sobre los ríos. (Salmos 89, 26)

  • Los ríos hacen resonar sus voces, Señor, los ríos hacen resonar su fragor. (Salmos 93, 3)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina