Gefunden 50 Ergebnisse für: Sadoc

  • Sadoc y Abiatar, hijo de Ajimélec, hijo de Ajitub, eran sacerdotes; Seraías, el secretario; (II Samuel 8, 17)

  • Allí estaba también Sadoc, con todos los levitas que transportaban el Arca de Dios. Ellos depositaron el Arca de Dios junto a Abiatar, hasta que todo el pueblo terminó de salir de la ciudad. (II Samuel 15, 24)

  • Pero el rey dijo a Sadoc: "Lleva de nuevo el Arca de Dios a la ciudad. Si el Señor me mira favorablemente, me hará volver a ver el Arca y su morada. (II Samuel 15, 25)

  • Y el rey siguió diciendo al sacerdote Sadoc: "Mira, tú y Abiatar vuelvan en paz a la ciudad, y lleven con ustedes a sus dos hijos, a tu hijo Ajimáas y a Jonatán, el hijo de Abiatar. (II Samuel 15, 27)

  • Entonces Sadoc y Abiatar llevaron de vuelta el Arca de Dios a Jerusalén, y permanecieron allí. (II Samuel 15, 29)

  • Allí estarán contigo los sacerdotes Sadoc y Abiatar. Todo lo que oigas en la casa del rey se lo comunicarás a ellos. (II Samuel 15, 35)

  • Allí están con ellos sus dos hijos, Ajimáas, el de Sadoc, y Jonatán, el de Abiatar: por medio de ellos me comunicarán todo lo que oigan". (II Samuel 15, 36)

  • Jusai dijo entonces a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: "Ajitófel ha aconsejado tal y tal cosa a Absalón y a los ancianos de Israel, y yo les he dado este otro consejo. (II Samuel 17, 15)

  • Ajimáas, hijo de Sadoc, dijo: "¡Iré corriendo a llevar al rey la buena noticia de que el Señor le ha hecho justicia, librándolo de sus enemigos!". (II Samuel 18, 19)

  • Luego el centinela dijo: "Por la manera de correr, me parece que el primero es Ajimáas, hijo de Sadoc". Entonces el rey dijo: "Es una buena persona: seguro que viene con buenas noticias". (II Samuel 18, 27)

  • Y lo que se decía en todo Israel llegó a conocimiento del rey. Entonces el rey David mandó decir a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: "Hablen en estos términos a los ancianos de Judá: ‘¿Por qué van a ser ustedes los últimos en hacer que el rey vuelva a su casa? (II Samuel 19, 12)

  • Seiá, el secretario; Sadoc y Abiatar, los sacerdotes. (II Samuel 20, 25)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina